martes, 26 de marzo de 2013

Sofia: Que ver en la capital bulgara.


Sofia es considerada como una de las ciudades más europeas que existen, pero  de una Europa que ya no conocemos, con un esplendor de una época pasada, que no ha sabido o no ha podido adaptarse a los tiempos.

Situada en la ladera de Vitosha, una gran montaña que se encontraba nevada durante nuestra visita y simbolo para los bulgaros. Sofia, es un ciudad fría, algo descuidada en aceras y calles, que la convierten en la capital europea menos turistica que he visitado, pero quizás por eso te puede parecer una ciudad con un encanto especial.

QUE VER:

El epicentro de la ciudad se puede considerar el monumento símbolo de la ciudad de Sofía, a sus espaldas la catedral católica de San José, muy cerca la Sinagoga Judía y desde alli parten dos calles, la calle amarilla (Tsar Osvoboditel) y la calle Vitosha, por la primera recorremos la mayoría de los puntos de interes de la ciudad, el Palacio Presindencial con su cambio de guardia, y en su interior la Rotunda St. George, fuera la iglesia Rusa, el Palacio Real y un poco más adelante la Catedral St.Alexander Nevsky, que sin duda es el punto de la ciudad más emblematico.

Por la calle Vitosha, la calle más comercial de la ciudad, que termina de frente con el parque que acoge el Palacio de la Cultura de Sofia, esta zona fue la que más me gusto toda la ciudad, con gente tocando musica en directo y con la montaña nevada al fondo, dada una estampa preciosa.

Por lo demás y dado que la ciudad no es muy grande, aconsejo os perdais por sus calles, sus parques, sus mercadillos, sabiendo que si cruzais en algun momento un pequeño canal, debeis dar la vuelta, porque os estais alejando de los puntos de interes, ya que el centro de la ciudad esta rodeado de tres canales (o acequias, no pienses en mucho más)

También merece la pena visitiar la Iglesia Boyana, un pequeño paraje en los pies de la montaña, es  una pequeña capilla, para ello tendrás que coger dos autobuses, en una duración de viaje de unos 40 minutos, pero si te gusta ver uno de los mas emblemáticos referentes del arte medieval de Bulgaria este sitio te gustara y podrá fascinarte la pasión del guía.


TRANSPORTE:

Es una ciudad que se ve tranquilamente paseando por sus calles, no tienes porque coger tranvía, ni el metro, solo tuvimos que coger los viejos buses para visitiar la Iglesia Boyana. Para llegar desde el Aeropuerto también hay autobuses, pero sinceramente lo mejor es coger un taxi, los hay a miles y no te costarán demasiado dinero.

DONDE COMER:

Toda la calle de Vistosha tiene varios sitios muy recomendables para comer o cenar, nosotros probamos varias italianos, pero en general es una ciudad barata, en líneas generales la Leva, moneda local en Bulgaria, sale al cambio como 1€=2 Levas, y los precios de comer dos personas no superará las 30 levas, lo que al cambio son unos 15€, es decir unos 7-8€ por persona.

 

DONDE DORMIR:

Si buscas verás miles de sitios baratos donde dormir, mi consejo, ya que son precios asequibles, busca un hotel de cómo poco 4 estrellas, porque sino te meteras en cualquier antro, nosotros nos alojamos en el Hotel Sofia Plaza de 4 estrellas, parecía que era de lo mejor que habia en la ciudad y el hotel calidad-precio estaba bien, pero no comparable a los 4 estrellas que podemos encontrar en otras ciudades.



viernes, 22 de marzo de 2013

Mi pequeño Paraiso


No es el sitio más bonito, ni el más impresionante, ni siquiera siento que mucha gente lo considere como un lugar idilico o donde merezca la pena volver, pero este pequeño rinconcito del Mar Menor es para mí un paraiso y más en estas fechas fuera de temporada.

Lo Pagan, me proporciona la capacidad de desconectar, ir a la playa de la curva, descalzarme, acercarme a la orilla, tumbarme y escuchar, escuchar la leve brisa del mar chocando en mis pies, meterme en el agua y pasear junto a la orilla, observar el vuelo de las gaviotas.

Y sino salir a correr entre los molinos, a un lado el mar Menor, al otro el Parque Natural de las Salinas y el Mediterraneo, y en medio un largo camino, mis zapatillas y yo, sin duda es el camino que más veces he recorrido y en verano puedo disfrutar de unas puestas de sol increibles.

Es cierto que en los meses estivales, hay demasiada gente, las temperaturas son casi insoportables, la playa esta hecha caldo y si, es una playa de viejos, pero nadar en una piscina natural como esta, no se puede encontrar en cualquier sitio y disfrutar del anochecer, despues de haber hecho un poco de ejercicio en una playa entera para mí es algo fascinante.

Para mí es un sitio perfecto, me encanta venir por aquí, me ayuda a reflexionar, a recargar las pilas, a saber buscar en mí lo que quiero, por eso cada vez que me voy me digo a mí mismo, pronto volveré.


jueves, 7 de marzo de 2013

El retorno a Salamanca


Este pasado fin de semana volví a Salamanca por primera vez tras haber terminado mi relación sentimental, toda su familia era de allí y durante estos años, habíamos ido bastantes veces, por lo que temía recordar muchas cosas y no disfrutar de lo que me esperaba con la gente del Atletismo, pero nada más lejos de la realidad, ha sido un fin de semana inolvidable.

Ya desde el viaje en tren, recorriendo la ciudad por sus calles más emblemáticas, la Plaza Mayor, el astronatura y la famosa rana en la fachada de la Universidad, luego viendo el Madrid-Barça  en la sobremesa, y por la noche tapeando y tomando unas cañas en la Salamanca nocturna.

Al día siguiente nos esperaban 21 km en un circuito rompepiernas al que le tenía mucho respeto, porque era mi primera media maraton a la que me había "preparado" a conciencia y con el perfil que tenía creía que la última parte se me haría eterna, pero supe aguantar el ritmo, jugando mucho con el reloj GPS que estrenaba en competición y disfrutando muchisimo de los grande momentos que me regalaba la carrera, con las fotos de la prensa salmantina antes de empezar al ver 30 personas del mismo Club, viendo a José mi compañero de curro, los nervios de la salida, el paso veloz por una abarrotada Plaza Mayor, las gaitas sonando en el puente romano, la música de Rocky en el KM 10, los saludos con los compañeros del Club que nos cruzabamos y sobre todo el último kilometro, cuando Carlos Serrano me alcanzaba y lejos de bajar los brazos y entre el ánimo de la gente, se me puso la piel de gallina y saque fuerzas para pegarme a él y mas cuando al alzar la vista, vi que podría bajar de 1h35min... al cruzar la meta, lo celebre más que un gol, me liberé por completo.


Luego llegaron las felicitaciones y la vuelta a casa con el sentimiento de no solo haber hecho una gran prueba, sino haber tenido la posibilidad de conocer a unas personas increibles y que ellas me conocieran a mí un poquito mejo y sobre todo con el convencimiento que el apuntarme al Club de Atletismo de Villanueva de la Torre ha sido la mejor decisión en mucho tiempo.