miércoles, 30 de abril de 2014

Mar y montaña en Plentzia



La excursión de la siguiente tarde me llevo hasta Plentzia, última parada de la línea 1 de metro y quizás demasiado lejos para pasar solo una tarde, ya que es más de una hora de viaje. 

Bañada por el río Butrón, a nuestra llegada se vislumbra un magnifico puente que cruza el río y un fabuloso paseo a uno de sus lados, desde el que podemos visitar las calles del casco Antiguo, que coronan en la plaza de la Iglesia, rodeada de unas pintorescas fachadas  que le dan un toque peculiar.

Si algo destaca Plentzia es por el mar, su puerto marítimo termina en una larga playa, sin duda la más amplia y hermosa de todas las vistas en Vizcaya,  apetecía bañarse, pero el agua estaba realmente fría, así que me tumbe en la fina arena hasta que el sol se comenzó a poner entre la montaña donde el rio desemboca, 
creando una hermosa bahía. Mar 
montaña y la fusión del Butrón lo convierten un paraje que bien merece la pena visitar.
 


sábado, 26 de abril de 2014

Monte Igueldo: Un lugar donde ver la vida sobre tus ojos



Si hay una ciudad de la que estoy realmente enamorado es San Sebastián y estando tan cerquita no podía perder la oportunidad de pasar un día entero en Donostia. Cuando vienes a la capital guipuzcoana, visitas su casco antiguo, la playa de la concha, la catedral, el Peine del Viento y sobre todo te dejas envolver por esa fusión de mar y montaña que pocos lugares tienen.

Pero entre todos los puntos de interés de San Sebastián, hay uno, que siempre que voy con tiempo me gusta ir, se trata de Monte Igueldo, muy cerca del Peine del Viento, cuando la concha ha llegado a su fin, se erige una montaña, coronada por la torre de Igueldo, para llegar hasta arriba el cuidado funicular de mismo nombre, que por poco más 3€ te hace el recorrido de subida y de bajada.

Una vez montado en el tren, comienzas una aventura única, subiendo una montaña de gran desnivel que te lleva a un mirador único de la ciudad, con toda la Concha sobre tu horizonte, a lo lejos el casco viejo, ves la isla, y como la marea cubre casi toda la playa. Y te dejas contagiar por esa brisa, por la belleza que ven tus ojos, por descubrir lo maravilloso, que puede llegar a ser una ciudad.

Y las vistas no es lo único mágico del monte, todo su interior es un parque de atracciones de los de antes, con unas barcas y su rio salvaje, colchonetas, ponis, pasaje del miedo y montaña rusa, un lugar que merece la pena pasear y si vienes con niños disfrutar de su diversión, de la magia. 

No todos los turistas que vienen a Donosti, visitan este lugar, muchos por desconocimiento, es hora de que lo descubras y sientas, que el Monte Igueldo es un lugar donde ver la vida sobre tus ojos

martes, 22 de abril de 2014

Una tarde cruzando Portugalete y Getxo



A unas cuentas paradas de metro desde Bilbao, se llega cómodamente a Portugalete, famoso por el puente colgante de Bizcaia que cruza la ría y comunica con Getxo. Cuando llegas a su centro urbano, te das cuenta que entre sus empedradas y pendientes calles puedes hallar un gran número de puntos de interés; como  la Basilica de Santa María, desde donde tienes unas vistas impresionantes del puente colgante. Al lado tienes la torre Salazar y a lo largo de la ría un precioso paseo que bien merece la pena pasear y disfrutar.

El puente colgante, es uno de esos puntos que hacen diferente a un lugar, a los que amamos la Torre Eiffel, nos recuerda bastante a ella y es normal, porque es una obra contemporánea al símbolo Parisino. Sin duda el puente colgante ha sido el punto turístico construido por el hombre que más me ha gustado de toda mi estancia en Vizcaya,  es super curioso ver como los coches hacen cola esperando poder subir a su transbordador y cruzar al otro lado. Para cruzar el puente tienes dos opciones o bien por el transbordador por unos poco céntimos con tu tarjeta Barik o bien a través de la pasarela superior que tiene un mayor reclamo turístico y cuesta 7 euros.

Cruzando a Getxo…

Cuando llegas al otro lado, ves una población más grande, más moderna, más ordenada, sin tanto patrimonio, ni calles empedradas. Junto a la playa de las Arenas, un paseo que se introducía a la desembocadura de la ría y el mar, con un parque precioso, en el que descubres todo un conjunto ribereño de gran belleza, rodeado de palacetes y mansiones.
 
El atardecer es realmente precioso, viendo como se esconde el sol, por el cercano Santurce y aunque reconozco que Portugalete me gustó más, reconozco que Getxo tiene algo que sus vecinos no tienen, y son las vistas del pueblo de enfrente. 
 
De nuevo al metro desde Getxo, tras disfrutar de una tarde magnifica con el recuerdo del puente de Bizcaia aún en mi retina.

domingo, 20 de abril de 2014

Una Semana Santa alejada del Tambor



Normalmente la semana santa me lleva a Hellin, Ciudad del Tambor a vivir al lado de mi familia, procesiones y  tambores, pero este año aprovechando que mi hermano Juan tiene casa en Basauri al lado de Bilbao, planteé unos días diferentes donde alejarme de lo de siempre y descubrir los pueblecitos cercanos de Bilbao, descansar, desconectar del trabajo y tener la posibilidad de entrenar tranquilamente en un idílico paisaje de mar y montaña.
 
No puedo negar que en muchos momentos me gustaría haber estado en Hellín y ver a mis padres que ya llevo demasiadas semanas sin estar con ellos y también poder ver a mis primos y tíos, porque ya hasta otro año será difícil coincidir con todos ellos, pero creo que este viaje era una oportunidad y no había que dejarla escapar.

En los próximos días iré publicando, mi experiencia en cada uno de los pueblecitos que he visitado, como Portugalete, Getxo, Plentzia, Durango o Bermeo. Unos lugares, pequeñitos, alejados del mundanal ruido de la ciudad, pero pueblecitos con encanto que han conseguido que disfrute al máximo de esta semana de vacaciones.

En primer lugar, quiero hacer una reseña a Basauri, pueblo obrero con unas cuestas infernales, donde he dormido todos estos días, desde donde partían mis excursiones y mis entrenamientos  por esos caminos junto a la ría que cada día me llevaban a un sitio, subiendo y bajando, descubriendo la naturaleza del Norte y llegando a Bilbao por unas rutas que me han hecho más que nunca juntar dos de mis grandes pasiones, viajar y el deporte. Y dónde también he ido al cine por 5€ a ver una película, en el que pude contemplar que los vascos tienen sentido del humor y se pueden reír de si mismos. 

En definitiva unos días maravillosos en Vizcaya, con un tiempo inmejorable que ha hecho cargar las pilas hasta el verano y descubrir que si el Norte es bonito, con un poquito de sol como en esta ocasión lo es si cabe aún más.

martes, 1 de abril de 2014

Un fin de semana diferente en Segovia



Había ido muchas veces a Segovia, algunas veces de turismo para ver el acueducto, las calles hacía la Plaza Mayor, la catedral, el Alcázar. Otros días habíamos ido a comer el típico cochinillo. En otras ocasiones solo de pasada tras visitar otros lugares como La Granja, pero nunca hasta ahora había corrido por sus calles.

Este año el viaje de Atletismo nos trajo hasta aquí, tras risas, comilonas, tapeo y mucho buenos momentos, llegó la hora de la carrera.

Un ambiente fabuloso rodeaba el acueducto con 3000 atletas, bandas de música, militares, paracas y mucha gente volcada en la carrera.

El recorrido fue increíble, muy duro si, pero realmente único, pasando por todos los puntos turísticos de la ciudad, me encantó a mitad de la prueba y tras una cuesta de órdago pasas por el acueducto, con cientos de personas animando, o el paso por el Alcázar, ese trocito de arena de playa junto al río, las vistas que tienes de la ciudad desde el parque que cruzas por completo, ese giro de 270º grados en donde pasas por encima de un puente que acabas de sortear por abajo, la lluvia y en especial la gente, solo superado en mi experiencia en la Behobía, pero comparable.

Los últimos metros, llegando de nuevo al acueducto, son un final difícilmente mejorable.

Grandes momentos y sensaciones en las que he vuelto a sentir que el corredor popular a pesar del sufrimiento se siente importante.