martes, 30 de septiembre de 2014

Paris en Bici en dos horas



Uno de los atractivos que tuvo mi viaje por los Castillos del Loira, fue sin duda, poder disfrutar de una de las ciudades que más me gustan, Paris. Y poder disfrutarla con mi bici, visitando gran parte de los puntos de mayor interés de la capital gala, aprovechando los carriles para ciclistas que posee la ciudad.

Nuestro tour comenzó en Notre Dame, el centro del ciudad, la isla dentro del Rio Sena, a la que llegamos atravesando el puente de los candados, cargado de deseos eternos de amor. 

Dentro de la isla, pasamos por la Santa Chapelle y atravesamos el Sena, por el Puente Nuevo, por el que ya comenzamos a divisar la Torre Eiffel muy a lo lejos. Llegamos al Louvre y contemplamos su grandeza y la increíble pirámide de cristal que alberga en su interior.

Continuamos y miramos a través del arco del triunfo del Carrusel que separa el Louvre de los espectaculares Jardines de las Tullerías. Cuando el verde de los jardines termina, llegas a la plaza de Concordia, la Torre Eiffel ya está más cerca y divisas el famoso obelisco que preside la plaza.

Seguimos el cauce del río y vemos cada una de las obras construidas en forma de puente, en una de ellos divisamos el Palacio de los Inválidos y poco después llegamos a la Torre Eiffel, los que me conocéis sabéis que para mí es uno de las construcciones del hombre que más admiro y aunque esta haya sido mi cuarta visita, me sigue impresionando.

Disfrutamos de las fotos desde los Campos de Marte y subimos a Trocadero, desde donde alcanzamos la altura suficiente para hacer unas fotos a la Torre únicas y recuerdo aquel viaje con Irene de muchos años atrás donde nos hicimos una de esas fotos de tu vida.

Y desde Trocadero, fuimos camino al Arco del Triunfo, cuantas calles pueden confluir en esta gran rotonda coronada por el Arco del Triunfo…y para acabar descendemos por los Campos Eliseos, para terminar nuestro viaje, nuestro Tour de Francia y qué mejor sitio para hacerlo que aquí.

En total, una ruta, de unos 10km que con nuestra bici pudimos recorrer en poco más de dos horas, disfrutando de esta gran ciudad, haciéndonos miles de fotos y sobre todo aprovechando para visitar muchos de los puntos más emblemáticos.

Un punto final a un viaje increíble, muchas gracias Buitre por acompañarme y hacerlo posible.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los Castillos del Loira en Bici



Llevaba años queriendo visitar esta zona de Francia, quizás desde el viaje por el Danubio en Bici de hace 7 años, desde entonces solo estaba esperando el momento y que alguien se animara a realizarlo conmigo. El momento ha sido ahora, gracias a qué mi amigo Buitre se animara a esta aventura;  y puedo decir que las sensaciones han sido de un viaje de diez que ha cumplido con creces todas las expectativas que teníamos puestas en él.

Preparación

Una de las premisas qué queríamos aprovechar en este viaje es poder disfrutar de nuestras bicicletas recorriendo el Loira, por lo que solo teníamos dos opciones, ir en avión o darnos una paliza hasta llegar en coche hasta allí. Echamos nuestras cuentas y decidimos ir en avión, la compañía que mejor precio nos hacía era EasyJet que por 90€ nos llevaba la bici de ida y vuelta hasta Paris.
Mirando, vimos que una de las zonas del Loira con mayor concentración de castillos y conexiones desde Paris, es entre Orleans y Tours.  Así que calculamos unas etapas que nos llevaran a los castillos más representativos de esa zona y sacamos hoteles, en las ciudades de Orleans, Blois, Amboise y Tours.

El Viaje

Ir con las bicis en el avión no es fácil, se necesita meter la bici en una caja, y una vez tienes la bici dentro, su manejo, por peso y dimensiones no es nada cómoda. Y tienes que pensar que la caja te tiene que valer para la vuelta, así que tienes un problema añadido, saber donde guardar tus cajas durante tu estancia en Francia.

La mejor opción es dejar las cajas en la consigna del aeropuerto, pero la información de la página web del aeropuerto Charles de Gaulle de Paris no hablaba nada de la consigna de larga duración, así que gracias a que mi primo Javier está viviendo en Paris, sino esta aventura no sé hasta donde hubiera llegado.

Imaginaos, que transportar las cajas hasta el centro de Paris, no fue fácil, pero la experiencia de meter las cajas en el tren y recorrer Paris con ella, fue algo inolvidable.

En Paris, teníamos que coger un tren hasta Orleans, que salía de la estación de Gare d'Austerlitz y en una hora estábamos en Orleans.

Orleans es una ciudad con un centro histórico en donde la figura de Juana de Arco está presente en cada esquina y es un gran punto de partida para nuestras etapas.

1ª Etapa: Orleans – Blois

Solo coger las bicis y recorrer los primeros metros por los puentes sobre el Loira, te hacen sentir que el viaje merecerá la pena, te vas alejando de la ciudad y te llenas de naturaleza, los paisajes que ves son excepcionales, de esos con los que desconectas de tu rutina con solo mirarlos, el camino te lleva paralelo al río, atravesando pueblos, parques, bosques, sembrados, en definitiva viendo de cerca la vida del Loira.
 
La primera maravilla, la contemplamos en Beaugency, un maravilloso pueblo, que se abría con un impresionante puente sobre el rio, y que nos introdujeron a una serie de calles medievales, donde se comerciaba en la calle y que nos transportabas a una Francia de otro siglo.
 
En cada etapa, elegimos visitar un castillo que nos alejaba del transcurso habitual del Loira en Bici. El primero de ellos fue el Castillo de Chambord, la entrada al recinto del castillo es de película, te vas introduciendo por un largo camino entre los árboles, en el que vas viendo cada vez más cerca, el impresionante Castillo.  Su recinto, está rodeado por un canal y sus jardines posteriores un gran lugar para descansar y disfrutar del majestuoso lugar.    

Todo el camino a lo largo del Loira está muy bien señalizado, pero si te sales para visitar un castillo como fue el caso y a la vuelta  quieres recortar hacía tu destino, no siempre está lo suficientemente claro, no tiene perdida, pero no está de más llevarte un mapita de la zona.

Nuestra primera noche, la pasaríamos en Blois, una ciudad que nos pareció de mucho más tamaño que Orleans, con numerosas cuestas, un puente impresionante que ya se divisaba a lo lejos y otros muchos que no aguantaron la II Guerra Mundial y solo conservan sus pilares sobre el Loira. En el interior de la ciudad su castillo, la catedral y las impresionantes vistas en cualquiera de ellos. 

Entre unas cosas y otras, el primer día de bici acabó con casi cien kilómetros en nuestras piernas, pero en un recorrido muy cómodo, que no dan la sensación de haber recorrido tanta distancia.

2ª Etapa: Blois - Amboise
La segunda etapa nos sacaba del lado del Loira, para introducirnos por unos paisajes llenos de zonas de cultivo, hasta volvernos a acercar en la localidad de Chaumont sur Loire, donde se encuentra otro de los castillos más visitados de la zona.

Desde allí, cogimos una carretera, que nos introducía por un precioso bosque, tras un largo camino llegamos a una de las maravillas de nuestro viaje, el castillo de Chenonceau, una preciosa construcción justo encima del rio Cher, conocido como el castillo de las Damas, sin duda una de esas imágenes que se te quedan en la retina durante mucho tiempo, porque el castillo y su entorno son realmente bellos.
 

La vuelta hasta Amboise, está perfectamente indicada y allí nos esperaba una localidad preciosa, con una multitud de comercios, de pastelerías y restaurantes a lo largo del impresionante castillo que corona la población. 



3ª Etapa: Amboise – Tours 


La última etapa por el Loira, nos llevaría hasta Tours, introduciéndonos por el bosque de Amboise y zigzagueando entre multitud de viñedos, al estar en zona de vinos. De nuevo paralelos al rio, pudimos disfrutar del Loira según nos acercábamos a la gran ciudad de Tours.

Dejamos las cosas en hotel donde haríamos noche y seguimos el transcurso del Loira, para conocer el castillo y especialmente los jardines de Villandry, una verdadera joya de un tamaño descomunal que fusionaba flores, con un césped precioso, agua, fuentes y todo junto hacía del entorno un lugar ideal para finalizar nuestro periplo en bici.

Por la tarde, pudimos conocer Tours, una ciudad con multitud de atractivos turísticos, una gran avenida con las típicas tiendas a la que atravesaba el tranvía era el eje principal de la ciudad, de allí a un lado la catedral, el Castillo y al otro el caso antiguo, con la plaza de las casas de madera y la basílica. 

Un buen lugar donde cenar es la Creperia Mamie Bigoude, un excepcional lugar, con una decoración super original,  donde podemos degustar unas crepes riquísimo. Muy recomendable.
La sensación que nos dio Tours, es que es la ciudad idónea para volver en el futuro y visitar los castillos, moviéndote en coche para recorrer los alrededores, ya que la ciudad es grande, con una gran oferta hotelera y hostelera y tienen multitud de castillos preciosos a no más de media hora. Espero volver en el futuro.

Vuelta a Paris

Al día siguiente tocaba madrugar para coger el tren a Paris,  pasando por todos los pueblos visitados a la ribera del Loira, recordando lo vivido y lo disfrutado y con un par de horas para poder realizar una visita rápida por los monumentos más representativos de Paris.

En definitiva, cinco días increíbles e inolvidables, muy bien aprovechados, visitando lugares excepcionales y con esa sensación que no todos los lugares te dejan de qué volveré.