sábado, 12 de septiembre de 2015

Benasque en Bici

El pasado fin de semana y para continuar con la secuencia de viajes en bici, iniciada el año pasado por los Castillos del Loira, nos recorrimos media península en busca del paraíso pirenaico oscense, Buitre, su amigo Chime y un servidor, en un viaje donde faltaba mi hermano Gaspar, verdadero propulsor de este viaje, hacía una zona que le encanta particularmente.

Fueron tres días apasionantes, donde nos dio tiempo a descubrir la gran naturaleza que rodea Benasque, a disfrutar de su gastronomía, a relajarnos en un SPA y sobre todo a montar en bici en un paraje increíble.


DIa 1: Benasque – Besurta – Refugio de los Pescadores.

La primera etapa, nos llevo desde Benasque en una constante subida por la carretera, hacía los llanos de Benasque, siguiendo el transcurso del Rio Esera, pasando por los Baños de Banasque, el Hospital, desde donde salía una pista hasta el refugio de Besurta, en total unos 16 km de ascensión con unos 800 metros de altura ganada.

En el refugio cogimos fuerzas, dejamos las bicis y comenzamos una pequeña excursión de senderismo que nos llevo en unos 40 minutos al Forau de Aigullut, una impresionante cascada, desde donde se podía divisar unas impresionantes vistas del Aneto y de sus nieves perpetuas.




Una vez de nuevo con nuestras bicis, realizamos el descenso hasta los Baños de Benasque, donde comimos en el Restuante Turpi, todo riquísimo, desde allí continuamos la senda pegada al río para continuar nuestro descenso por una zona de trialeras, que nos llevaba a Senarta, el comienzo de nuestra etapa de tarde, por el valle de Ballibierna.

El entorno era precioso, todo nuestro margen derecho, daba a un cortado de los que quitan el hipo y por nuestro lado izquierdo cada pocos metros bajaban unas cascadas de agua impresionantes. La subida de unos 8 km y con un desnivel medio superior al 7% se nos atraganto bastante, así hasta Refugio de los Pescadores.

La vuelta se hizo en un abrir y cerrar de ojos y en Benasque nos esperaba la piscina del hotel Aneto, ya que nuestro hotel (Hotel El Pilar)era de la misma cadena que los dos grandes hoteles de Benasque y podíamos ir gratis a sus piscinas. Y por la noche tapeando mientras veíamos jugar a España, un día redondo.

Dia 2: Benasque –Cerler – Ampriu 

El segundo día, quisimos hacer la etapa reina de nuestro viaje, subir el Ampriu, final de etapa en varias ocasiones en la vuelta a España, un puerto de categoría especial, muy duro, con unas rampas iniciales superiores al 12% que se te hacen eternas, pero que según va avanzando se torna más llevadero en especial una vez pasado Cerler. En cada kilometro que alcanzas, te informan del desnivel del siguiente, con lo que vas subiendo kilometro a kilometro pensando qué te tocará en el siguiente.


Una vez alcanzado el Ampriu, llegas al parking de la famosa estación de esquí, la verdad nos costaba imaginarnos todo este entorno lleno de nieve y de gente disfrutando del deporte blanco.

Nuestra etapa no terminaba aquí, la idea era coger en ese punto el telesilla con nuestras bicis hasta el Sarrau a unos 2300 metros de altitud, pero este fin de semana el telesilla ya estaba cerrado, así que nos dirigimos por la pista que discurre debajo del telesilla terriblemente empinada con un desnivel medio del 18,5%, que nos hizo ir llevando nuestra bici a cuestas, durante un largo periodo, convirtiéndose seguramente en el mayor esfuerzo de todo el día.
Una vez arriba, las vistas eran únicas y el descenso fue espectacular, hacía Cota 2000, la pista de Labert, en un verdadero paraíso de la bici, atravesando pinares, con unas vistas realmente únicas.

La bajada nos llevaba hasta el pantano Linsoles, comimos en un restaurante del pueblo de Eriste y continuamos una cómoda senda que bordeaba el pantano y que nos llevaba hasta Anciles y luego de nuevo a Benasque.

Cómo nos lo habíamos ganado, disfrutamos durante más de dos horas del fabuloso SPA del Hotel Gran Benasque, por solo 10€, estuvimos gozando de sus chorros, piscinas, saunas, jacuzzis y de esa espectacular tumbona, donde te caía un ducha calentita…

Para cenar y terminar bien el día nos metimos una pizza entre pecho y espalda.

Día 3: Valle de Estos.

Para el último día dejamos la que supuestamente era la etapa más fácil de todas, hacía el valle de Estos, por una senda impresionante pegada al Embalse de Estos, con unas rampas que sinceramente eran de riñón, de esas que lo das todo, no eran más de 7 kilómetros de etapa, hasta el desvió de Batisielles, pasando por la cabaña de Santa Ana y la Fuente de Coronas, pero esos 7 kilómetros tenían un desnivel altísimo, pero el paraje de la subida bien merecía la pena.


En el desvío hacía los ibones de Batisielles, dejamos nuestras bicis (la pista en bici seguía hasta el Refugio de Estos), pero nosotros comenzamos una interminable ascensión de senderismo hacia el espectacular Ibon de Escarpinosa, un paraje idílico, con un agua azul, rodeado de montañas, una zona que bien merecía la pena todo el esfuerzo realizado hasta llegar a ella y el colofón perfecto a nuestro viaje.


De vuelta a Benasque, nos bañamos en la piscina del Hotel Gran Benasque, donde comimos y disfrutamos del buffet libre de postres, cogiendo fuerzas para nuestro largo camino de vuelta hacía casa.

Lástima que los Pirineos estén tan lejos…