martes, 17 de mayo de 2016

Las 100 carreras en Villanueva




Corría Septiembre del 2012, acababa de terminar una relación sentimental y deportivamente llevaba varios años tirando del carro en un equipo del que hasta ese momento era el deporte de mi vida, el futbol sala. En esos días en los que quizás estaba bastante tocado, cambie por completo muchas de las cosas que habían sido mi día a día, durante años.

Entre las mil y una vueltas que daba mi cabeza, recordé como unos meses atrás en la media Maratón de Azuqueca de Mayo de 2012, la primera media que corría en mi pueblo, vi a una gran cantidad de gente, vistiendo una camiseta azul y amarilla, pertenecían al club de Atletismo de Villanueva.  Busqué información por información por Internet del club y un día me lancé a llamar por teléfono a un número que aparecía, al otro lado me contestó un hombre, que me animó que viniera un día a entrenar, que conociera el ambiente, que viera si me gustaba y luego ya viera si quería apuntarme o no.

Recuerdo como hasta ese momento, para mí el atletismo no era más que un medio para estar en forma en mi equipo de fútbol sala, participaba en alguna carrera popular y era fijo en la san silvestre de Azuqueca año tras año, pero poco más. Sin embargo sentía que era el momento de hacer algo nuevo, así que fui a un entrenamiento.

La persona, que estaba al otro lado del teléfono se llamaba Jose, que me presentó a mucha gente,  entre ellos conocía a Jaime, excompañero de mi padre en Renfe, con el que fui pegado todo el entrenamiento, no sea que me fuera a perder, entre el sinuoso recorrido, entre una calle a otra por todo Villanueva, así conocí la cuesta de los “Autos Locos” por primera vez y completé mi primer rondo. Acabé encantado y no tardé en formalizar mi inscripción en el club.

Ese primer entrenamiento llevó a otro y a otro y a otro más y llegaron las primeras carreras luciendo la camiseta azul y amarilla, las primeras MMPs y así poco a poco en silencio, fui abriéndome a ese grupo de personas, que sin saberlo cada vez me daban más y en conjunto eran justo lo que en ese momento de mi vida necesitaba. 

Según pasaba el tiempo, el atletismo fue obteniendo más importancia en mi vida, siempre tenía un reto en el horizonte y eso me hacía mantenerme activo, ilusionado, feliz. Desde entonces con la gente del club, he vivido viajes, quedadas, piques por llevarnos más o menos puntos en la liga villana, he encontrado personas increíbles en los que confiar. Considerando muchos de ellos a día de hoy mis amigos, todos diferentes pero con algo en común, el club de atletismo de Villanueva.


Han pasado, ya casi 4 años desde entonces, mi vida está mucho más estable que cuando entre a formar parte de esta familia, tanto en lo profesional, como en lo personal y seguro que gran parte del equilibrio lo he conseguido con esta nueva filosofía de vida, que empezó a forjarse el primer día que comencé a entrenar con esta gente. 

Han sido tantos buenos momentos…

 

Y así poco a poco, entreno a entreno, carrera a carrera, reto a reto, he llegado a las 100 carreras, increíble!!!
 
 
Muchas gracias compañeros!!