miércoles, 6 de julio de 2016

Senda Camille





La Senda de Camille es una travesía circular de 104 km, en la parte más occidental del pirineo Oscense, que cruza la frontera con Francia. Su nombre se debe a una especie de oso autóctono de esta zona.


En la web oficial de la senda (http://www.lasendadecamille.com/), están establecidas 6 etapas, tú eliges el lugar donde quieres empezar y la dirección. Nosotros dejamos en manos de Alcarria Trekking (http://alcarriatrekking.blogspot.com.es/)  la preparación de esta nueva aventura, en la que en 4 días haríamos la senda, alargando cada una de las etapas “oficiales”.


La verdad es que me despreocupe totalmente del viaje que tenía por delante, nos dijeron lo que teníamos que llevar y sinceramente sabía que iba a andar mucho, pero en mi cabeza estaba la idea que sería como un paseo tranquilo por la montaña.

 
Que equivocado estaba… la senda Camille es preciosa, pero para recorrerla debes ser una persona activa  y para hacerla en 4 días como fue nuestro caso, se convierte en no apta para cualquiera, lo que tras el primer día, hizo que en mi cabeza cámbiese el chip y viera esta experiencia como un nuevo reto que vivir. 


Estos cuatro días han sido increíbles, duros físicamente, pero en los que he podido comprobar que estoy muy fuerte mentalmente, porque a pesar de tener horas y horas para comerte la cabeza, siempre tuve una mentalidad positiva.

La senda atraviesa zonas muy diferentes, tras ascender a un nuevo collado, descubrías un nuevo valle en el que se cambiaba por completo el decorado, pasabas de zonas sin apenas vegetación a otras de selva. Había zonas que pisamos nieve, atravesamos ríos, vimos cortados en la montaña de película, nos deleitamos con ibones, vimos muchos animales, la verdad es un cumulo de imágenes que te purifican completamente.


 EN ESTE VIDEO HAY UN RESUMEN DEL VIAJE EN IMÁGENES

A lo largo del recorrido nos vamos encontrando distintos refugios; Lizara, Gabardito, Linza, Arlet…la idea que tenía por refugio era un lugar techado en la que habría unos camastros y poco más, otra equivocación más, los refugios son más parecido a la idea que tenemos de albergue, con una zona donde comer, nos preparaban cena y desayuno, podíamos tomarnos nuestras cervezas, teníamos agua caliente, luz, vamos que excepto cobertura teníamos de todo. La verdad es que los refugios están muy bien equipados y llevando algo de embutido y fruta para la mitad de la ruta, vives la experiencia sin pasar nada de hambre y lo digo yo que soy de comer


Entre los más de +-6000 metros de desnivel acumulado, en los que apenas hay tiempo para el descanso, nos ha dado tiempo para vivir muchas anécdotas, conocer gente nueva, bañarnos en ríos, meter los pies en los ibones, tener dolores aquí y allá, curar las ampollas y heridas de guerra que iban apareciendo, pero sobre todo hemos vivido un viaje inolvidable.



La experiencia ha sido muy positiva, con unos paisajes preciosos, demasiado paliza el hacerlo en 4 días y más cuando al día siguiente de volver tienes que currar, pero con la sensación de haber podido al menos olvidarme y liberarme de ese día a día que nos pesa en el cuerpo mucho más que mi mochila estos días en mi espalda.