domingo, 16 de julio de 2017

Resumen de una temporada para el recuerdo



Cuando a finales del pasado mes de Julio del año pasado, comenzaba los primeros entrenamientos de esta recién concluida temporada, recuerdo como tenía en la cabeza que quizás ya había tocado techo y que sería muy difícil mejorar lo conseguido hasta ese momento.


A las pocas semanas de empezar, con la llegada de Septiembre, llegó mi ruptura sentimental y con ello un sinfín de miedos, dudas, cambios… todo ello provocó que me encerrara mucho más en mí y en el deporte.

Esta situación ha hecho que en lo personal haya sido mi año más complicado y las mayores alegrías me las haya dado el deporte y los sentimientos presos dentro de mí solo se liberaban en cada una de las metas donde alcanzaba alguno de los objetivos que me iba marcando durante la temporada.

Han sido muchos los entrenamientos, las series, los cambios de ritmo, con frio o con lluvia y la mayor parte de ellos en soledad, porque cada vez coincidía menos en ritmo y objetivos con mis compañeros del club, con los que si compartía las carreras del fin de semana. 


La verdad, es que tipo de post en mi blog, son demasiado egocéntricos, para lo que estoy acostumbrado, pero en cierta medida me sirven para hacer balance de lo conseguido. Espero no te canses de leerlo hasta el final…

Llevo cinco temporadas en el Club de Atletismo Villanueva, en cada una de ellas, he conseguido mejorar temporada tras temporada mis tiempos, y además este año siendo la persona que más rápido ha hecho un 10K, una media maratón y un maratón, de todo el Club. Son solo números que aunque pasan inadvertidos por la mayoría, realmente me hacen sentir muy feliz, porque a pesar de tener cada vez menos margen de mejora, he seguido entrenando, dando siempre un poquito más y con constancia y trabajo; los resultados terminan llegando.

En diez mil, mi mejor tiempo era 36:34, en la carrera de las Aficiones, sin embargo esta temporada coincidió con el viaje de los runners a Donosti por la Behobia, por lo que no pude correrla, dejándome casi sin opciones de hacer una MMP en esta distancia. Pero en Canillejas, una carrera rápida, pero con un perfil nada comparable a las cuestas hacia abajo de las Aficiones, conseguí bajar un segundo mi marca y en Enero, en la carrera de Alovera, me planté en meta en 35:47, es decir 47 segundos menos. 


 


En Media Maratón, a la semana siguiente de mi MMP de Alovera, fui a Getafe, corriendo mi mejor media, deteniendo el crono en 1h21:38, casi dos minutos menos del tiempo conseguido en Aranjuez en Marzo del año anterior. En la vida pensé que podría hacer 21km a una media de 3:52 el kilómetro.


Y por último en Maratón, sin prepararlo todavía a conciencia, simplemente siguiendo la inercia de la preparación de la media de Getafe, estuve muy cerca de bajar de las 3 horas en el maratón de Sevilla, dándome cuenta que el sub 3 horas, es un objetivo que puedo plantearme claramente para el futuro.


Al margen, completé por primera vez el circuito provincial de carreras de montaña y volví a quedar quinto de mi categoría en el circuito de carreras populares de la Diputación, aunque este año no había trofeo para el quinto como el año anterior. Así que al pódium, solo pude alzarme en la media maratón de Azuqueca, para recoger el tercer premio local, al margen de la liga de los rebanadores de mi club.

Desde el maratón de Madrid, que corrí solo dos meses después de Sevilla, intenté ir cogiendo más la bici, para acabar la temporada con los triatlones, primero el olímpico de Pareja y por último el colofón perfecto a la temporada con el triatlón de Guadalajara. 


Y ahora en mi cabeza ya están fluyendo los objetivos para la próxima temporada, donde cómo no podría ser de otra manera quiero seguir mejorando, porque mientras tenga retos, mi vida estará llena de ilusión y con ilusión podré disfrutar de vivir cada uno de los días.

domingo, 9 de julio de 2017

Triatlón de Guadalajara. Una verdadera experiencia

Pasadas unas horas después de alcanzar mi última meta de la temporada, quiero compartir lo que  ha supuesto para mí, este mi primer triatlón de media distancia, en mi ciudad, Guadalajara. Las horas previas tenía ese cosquilleo en el estómago de las grandes citas, tenía miedo a la desconocido, porque a penas un par de veces en mi vida había pasado de 90 km en bici y eso lo tenía que juntar con casi 2km de natación por delante y una media maratón por detrás.

Mi hermana, mi cuñado y mi sobrino Carlos, me acompañaron durante el día y mis primeros agradecimientos son para ellos, porque sin ellos, el día se me hubiera hecho realmente eterno.

En Guadalajara recogimos el dorsal y nos hicimos las primeras fotos de rigor.


Y nos fuimos bastante pronto hacía el Azud de Pareja, al llegar parecía que al final haría buen día, nos instalamos como verdaderos domingueros en la playita donde se da la salida del triatlón, nos bañamos, comí mi arrocito, dejé la bici en la T1 y  descansé un poco hasta que se diera la salida.

Según se acercaba la hora, el cielo empezaba a encapotarse y las temperaturas a bajar, por lo que se permitió utilizar neopreno en la prueba, yo no tengo neopreno y empezo a preocuparme bastante el frio que pudiera pasar en el agua y sobre todo luego en la bici. A penas eramos 4 o 5 los valientes sin neopreno en la zona de salida.


Y por fin llegó el momento de la salida, me propuse no agobiarme mucho en los golpes de la salida y hacer mi carrera de nado sin demasiados sobresaltos. Saliendo del agua en los tiempos que tenía previsto algo por debajo de 45 minutos, que teniendo en cuenta que en piscina hago el mil en unos 21minutos, no estaba mal. Sinceramente soy realmente malo nadando comparado con la gente que viene a este tipo de pruebas, no soy capaz de seguir la estela de los nadadores y sigo mi propio rumbo de izquierda a derecha que me hace perder demasiado tiempo, pero bueno salí contento.

 

La transición la hice con menos sobresaltos que en el Triatlón Olímpico de hace unas semanas, me puse mis zapatillas, que ya me acompañarian hasta el final de la prueba, dado que tampoco uso zapatillas automáticas y me alcé a mi bicicleta del Decathlon. 


A los pocos metros, me doy cuenta que mi cuentakilómetros no funciona, se ha debido mover el sensor que detecta las revoluciones, pienso en parar, pero soy incapaz de detenerme y me digo bueno, si puedo ver el ritmo en el Garmin.

En los primeros kilómetros, paso a bastantes bicis, entre ellos a Pedro L. (Padawan), que también disputaba su primer triatlón de Guada. Durante la primera subida de Budia, voy acompañado de otros dos chicos que según la rampa uno iba delante del otro, sin poder ir a rueda, dado que esta prohibido. En el km 20, se me empieza a subir el gemelo izquierdo, con lo bien que me sentia, una corriente de temor recorre mi cuerpo, demasiado pronto para tener calambres...intento no agobiarme y bajar un poco las revoluciones.

Una vez en llano, una de los chavales que me acompañó en la subida, se pierde en el horizonte y al otro lo voy dejando atrás, ya que no escucho su pedaleo. Esta zona de la prueba, me parece realmente bonita, en cada pueblo, los ánimos de la gente, las motos de la organización y en especial un Guardia Civil que se detenía a mi lado y me daba ánimos.

Y sin quererlo llegué a Armuña de Tajuña, desde aquí hasta la meta ya era territorio conocido, porque lo estuve entrenando hace un mes o así, pero quedaba la peor subida en Lupiana. Y de allí rumbo a Guadalajara. De las más de 3 horas y media que se me fué el sector de bici, fui solo más de dos horas, sin nadie adelante, sin saber si nadie venía a mi retaguardia. Pero aguantando el ritmo y llegando solo unos minutos después de las 3h30 que tenía entre ceja y ceja.



Luego llegaría la parte de correr, podríamos decir que es mi terreno, pero realmente es dificil coger un buen ritmo con todo lo que llevas en las piernas, aún así mi ritmo trotón me permitía adelantar o desdoblarme de mucha gente y eso al final te da moral. Eso sumado al apoyo de los mios, la gran cantidad de gente que te animaba por las calles de Guadalajara, la batucada del Ayuntamiento y el disponer de avituallamiento cada dos kilómetros es una maravilla.


Ya en la segunda vuelta, de las cuatro que formaban el recorrido a pie, empiezo a echar cuentas y veo factible bajar de las 6 horas y no me rindo hasta el final. Hasta llegar a la meta y alzar los brazos porque lo había conseguido.
 

Escribiendo estas palabras, te acuerdas de mucha gente,  de mi hermano Gaspar, que sin él todo esto no sería lo mismo, y también en Edu, que me metió en este mundillo del triatlón y acaba de convertirse en el primer miembro de nuestro Club de Villanueva en terminar un Iron Man, en Vitoria. Todo un ejemplo de superación.

Para acabar, me encantaria felicitar al Club Triatlón Guadalajara, la prueba tiene una organización magnífica y eso es posible gracias a ellos y a la cantidad de deportistas alcarreños que se vuelcan como voluntarios en la prueba, a veces nos cuesta valorar las cosas que tenemos en casa y deberiamos darnos cuenta que en deporte, Guadalajara tiene gente impresionante y aquí esta el ejemplo.

Ahora a descansar, hacer balance de la temporada deportiva que termina y empezar a llenarse de ilusiones para la próxima.