La capital inglesa, quizás no sea
la ciudad más bonita que he visitado, esa mezcla de edificios clásicos con
otros totalmente nuevos nunca me ha gustado, pero siempre encuentro algo que me
sorprende, no sé si serán sus parques, pasear junto al Támesis, su gente o un
poquito de todo, pero una visita a Londres siempre merece la pena.
La zona de Westminster, con el
carismático Big Ben, la abadía de Westminster con su claustro y el London Eye,
un reclamo turístico como pocos, con unas colas brutales por menos de 30
minutos en una noria, desde la que es cierto contemplas la inmensidad de
Londres por cualquiera de sus costados.
Picadilly Circus y Trafalgar
Square es el centro de la ciudad, la de cantidad de gente que había en estos
días de Agosto, que maravilla cenar por sus alrededores, acercarte por el
singular Soho, adentrarte en el barrio chino, contemplar la cantidad de teatros
y la luz de sus edificios por la noche, Leicester Square, comer en el Covent
Garden, entrar dentro del paraíso de m&ms.
Como ya hice con Irene en mi
visita a Edimburgo, contratamos un Tour gratuito por la ciudad, en el que
cuando terminas pagas la voluntad, fue una experiencia realmente fabulosa,
descubriendo muchos secretos de la ciudad y anécdotas en un paseo de algo más
de dos horas, desde la catedral St.Paul hasta el Tower Bridge. http://londres.toursgratis.com/tour-gratis/tour-gratis-por-londres
De entre todas las visitas de la
ciudad, la que más me gusta es la de la catedral St. Paul, en especial la
subida por la torre, recorrer toda su cúpula y llegar a lo más alto, donde
encuentras unas vistas de la ciudad realmente únicas.
La visita a Tower Hill, es otra
de las visitas más habituales en Londres, allí están custodiadas las joyas de
la corona, pero lo que más me gusta es sentir ese espíritu medieval dentro de
la gran ciudad.
Otro clásico de Londres es
asistir al cambio de guardia del Buckingham Palace, una ceremonia larga,
multitudinaria, sin demasiado ritmo, en la que apenas puedes ver nada y que si
alguna vez vienes a Londres, te la puedes ahorrar y disfrutar de otras zonas, o
de sus museos que aquí son gratis.
Si en algo destaca Londres, son
por sus parques, unos verdaderos pulmones dentro de la ciudad, en Hyde Park,
revivimos “verano azul”, alquilando unas bicis y recorriendo todo el parque,
llegando a los bellos jardines del Palacio de Kensington. Y al lado del palacio
de Buckinham Palace, St. James Park, mucho más interesante un paseo alrededor
de su lago que el cambio de guardia.
En fin, unos días inolvidables, junto
a mi hermana, sobrinos y cuñado, por una ciudad magnífica, cosmopolita, que
recorrimos todo lo que pudimos y más.