Existen muchas canciones que nos
han acompañado en diferentes momentos de nuestra vida, cada uno de nosotros
tendremos las nuestras y aunque los tiempos cambien y con ellos los ritmos que
escuchamos, hay canciones que siempre las tenemos ahí.
Durante mi adolescencia muchas de
estas canciones venían de dos grupos; Estopa y La Oreja de Van Gogh.
Los dos últimos viernes he podido
disfrutar de dos espectáculos de estos dos grupos y mi satisfacción ha sido
inmensa.
El viernes 20, estuvimos en el
Teatro Movistar, disfrutando del último espectáculo de Mayumana, con ritmos de
Estopa, “Mayumana Rumba!”. Más en la línea de un musical que el típico espectáculo
de sonidos percutidos con objetos cotidianos al que nos tienen acostumbrado Mayumana.
Escuchar las canciones de Estopa
en voces diferentes a la de los hermanos Muñoz, fundiéndose con los acordes de
Mayumana, mientras avanzan en una historia, resulta espectacular y hay momentos
que las risas y la emoción, están aseguradas.
Durante hora y media disfrutas de
lo lindo, si te gusta Estopa tienes que venir a verlo, es muy divertido.
Y este pasado Viernes 27, volví a
la Sala Riviera de Madrid como hace ya casi 5 años, para disfrutar de la gira “El
Planeta Imaginario” de la Oreja de Van Gogh, salté, me emocioné, grité, canté,
con una banda volcada a un público entregado que llenó Madrid, tanto el viernes
como el Sábado.
Una noche mágica, llena de
momentos inolvidables, viéndoles cantar a mi lado, canciones de su último disco
y también las más famosas del grupo. Un regalo para mis sentidos.
Tanto unos, Estopa, como otros,
La Oreja de Van Gogh, quizás ya no sean número uno en ventas, ni sus canciones
se escuchen tanto como antaño en los Cuarenta, pero ambos siguen muy vivos. Y
no lo digo yo, ahí están sus números, sus conciertos, la gente que aún sigue oyéndolos
o los espectáculos que hay entorno a ellos. Para mi serán eternos.
Ellos son parte de mi vida, forman
parte de mi música, música que siempre me
acompaña.