En el siguiente video he realizado un pequeño resumen de este año que ya termine.Un abrazo.
lunes, 30 de diciembre de 2013
martes, 24 de diciembre de 2013
Mi Visita a Aranjuez
Este pasado fin de semana
aprovechando que tenía una carrera de 10 km fui a Aranjuez, una localidad que
tenía pendiente de visitar desde bastante tiempo atrás y que resulta
indispensable acercarse si vienes a Madrid.
Aranjuez destaca por el palacio
Real y todos sus jardines que lo acompañan, si bien Diciembre no es el mejor
mes para visitarlos, porque la mayor parte de la flora es de hoja caduca y su arboleda
estaba prácticamente desnuda.
De entre sus jardines destacan
las fuentes en el jardín del príncipe y especialmente una zona en uno de los
laterales del Palacio, en los que el rio Tajo de bifurca, formando el llamado
Jardin de la Isla, en una zona realmente hermosa, que solo por ella bien merece
la pena visitar el lugar, con un puente pequeñito que me recordaba a los de
Venecia y una cascada de agua, con el palacio de fondo, digno de ver.
Otro de los grandes atractivos de
Aranjuez es su gastronomía, desde que llegas son muchos los comerciantes que te
dan publicidad de su restaurante. Te puedo asegurar que por no mucho dinero se
puede comer muy muy bien aquí.
Tanto comí que creo que me paso
factura durante la carrera, un diez mil muy llanito, pero con mucha
masificación de gente dispuesta a hacer marca, con los consiguientes empujones,
apelotonamiento e incluso alguna caída en los primeros metros.
En definitiva un fin de semana de
turismo, gastronomía y deporte, para empezar con buen pie las vacaciones de
Navidad.
domingo, 8 de diciembre de 2013
¿Es este el futuro de nuestra Sanidad?
Durante las últimas semanas he
vivido de primera mano uno de los acontecimientos más esperpénticos que he
vivido en la seguridad social y que me hace reflexionar si esta situación no
empezará a ser más común ahora que queremos mezclar sanidad con negocio.
Una lista de espera que no
terminaba nunca acaba con la derivación de un gran número de pacientes a un clínica
privada para una supuesta simple operación de cataratas, hasta ahí todo parecía
correcto, pero el día de la operación te das cuenta que eso parece más una verdulería
que un centro médico.
Prefiero no dar nombres, ni de
médicos, ni del lugar, que en mis anteriores visitas con problemas a raíz de mi
servicio deportivo nunca me había transmitido este descontrol. Los pacientes y
familiares se apelotonaban en la pequeña sala de de espera, las enfermeras
dilataban los ojos a los pacientes en la propia sala de espera, sin llevar ningún
rigor de a quien le echaban qué y en qué ojo, según pasaban los minutos, había
más y más gente, porque los pacientes que iban siendo operados eran sacados del
quirófano, bastante aturdidos y se
tenían que enfrentar con el mercado y murmullo que había afuera. Un verdadero
caos, que dudo siguiera el protocolo normal en estas operaciones.
Entre tanto descontrol a nosotros
nos debió tocar la china, ya fuese por un error humano, técnico o de ambos, ya
fuese solo mala suerte o fruto del descontrol que allí se estaba viviendo, pero
lo que es una operación fácil terminó en unos días sin visión en el ojo, nuevas
visitas al médico, algún que otro tropezón y una segunda operación realizada
totalmente destrangis en la misma clínica privada a cargo del facultativo, que
al menos reconoció su error y se hizo cargo de una operación que no quedo
registrada en ningún sitio.
Por suerte, parece que esta vez
todo salió bien, pero sinceramente tengo
miedo que este sea el camino que puede llevar nuestra sanidad, porque cuando
mezclamos el dinero con la salud, puede que no siempre salgamos ganando, porque
la sanidad no puede verse como un negocio, sino como algo sostenible.
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Deporte es vida?
Todo los que me conoceis, sabéis que no concibo la vida sin deporte, es un pilar vital en mí y muy mal debo estar para no practicar ejercicio casi a diario, sin embargo hay momentos en los que piensas si realmente el deporte es sano, dónde esta el umbral del esfuerzo, el ejercicio, del deporte saludable y el peligro ante una lesión, tu integridad o tu vida.
Según estaba volviendo hace unas semanas de San Sebastián esta reflexión ocupo mi mente, estaba exultante tras disfrutar del deporte como hacía mucho tiempo no lo había hecho, cuando me enteré que una atleta había fallecido en la Behobia. Desde ese día le estoy dando vueltas a estas frases, que no sabía muy bien como plasmar..
Yo siento que el deporte es algo bueno, es un buen hábito, una forma de vida que en la mayoria de casos hace que la gente que lo práctica, lleven una vida mejor, pero esa chica, si no hubiera puesto su cuerpo a tal esfuerzo, seguramente hoy estaría viva... y eso me hace pensar que quizas ahora que cada día esta más de moda el practicar deporte y me encanta que así sea, también haya que aumentar el control médico para realizarlo. Quizás deberiamos hacernos un test de esfuerzo, para tener al menos más claro dónde está nuestro umbral, hasta dónde podemos llegar, que luego pasará lo que tenga que pasar, pero que al menos tú te puedas conocer un poquito mejor, pero ...es necesario?, es suficiente?
Todos hemos visto y recordamos muchas muertes de deportistas de elite, donde al fin y al cabo están poniendo su cuerpo al limite por la consecución de sus objetivos deportivos y que aunque está claro que alguna anomalía tendrían para que su cuerpo dijera basta, estaban sometiendo su cuerpo al maximo. Pero en el deporte aficionado, también hay muchas muertes y más en deportes como el atletismo, donde aunque seamos corredores populares, siempre queremos mejorar, conseguimos bajar una marca y ya estamos pensando en donde bajar la siguiente, siempre más, más y más... quizás alguna vez tengamos que decir basta, que para disfrutar, no hace falta siempre querer ser mejores.
Pero la sed competitiva que llevamos dentro, no siempre nos deja ver más allá de nuestros objetivos, pero es que si no tenemos esos objetivos muchas veces nuestra vida no tiene sentido, y llevamos de nuevo la reflexión al principio...
Personalmente, no creo que deje de hacer deporte mientras mi cuerpo me lo permita, quizás pronto deje el futbol, quizás llegue el día que no pueda sentir la libertad que siento al correr, quizás.. pero mientras pueda voy a seguir llevando esta vida y lo digo yo, que se más que nadie lo que se sufre con la otra parte del deporte, llevo dos operaciones, varias escayolas, muchos esguinces, golpes, heridas, moratones y sobre todo meses y meses de rehabilitación para superar estas lesiones y aquí sigo, muchos habrían dejado el deporte ya, muchos me han dicho que por que no lo he dejado, yo solo sé que mi droga es el deporte y que todo el sufrimiento que he pasado, se recompensa, con las sensaciones que sentí en la Behobia, en Canillejas cuando bajé de 40 minutos en un diez mil, cuando metó un gol, cuando ganamos ese partido, cuando voy con mi bici y veo el mundo a mi alrededor, cuando miró, pienso y digo... el deporte para mí es vida.
martes, 12 de noviembre de 2013
Eskerrik Asko Behobía-San Sebastián
Llevaba
mucho tiempo esperando este fin de semana, que se empezó a fraguar desde hace
más de un año y que desde Mayo ya se concretó con el dorsal y el hotel. Los
ingredientes eran propicios, visitar una
ciudad de las que más me gustan San Sebastián y correr una de las carrera que
mejor referencias me habían dado, la Behobía. Y puedo decir que las
expectativas que tenía han sido superadas para bien, convirtiéndose en un fin
de semana redondo que tardaré mucho en olvidar.
El
viaje comenzaba cogiendo un tren en Chamartín y ver que el vagón estaba lleno
de gente que íbamos a la carrera, llegas a Donosti y te diriges a tu
alojamiento y piensas que suerte que he tenido de encontrar a la gente del
Surfing Etxea un piso muy cerca del centro, donde me trataron de maravilla.
Cenas y te dices otro viaje en el que no tiene pinta que pase hambre, madre mía
como se come en el Norte!!!
Llega
el sábado y espero a mi hermano Juan en la estación de autobuses, que como está
trabajando en Bilbao se acerca a pasar el día conmigo y vamos a Anoeta y ves la
que tienen montada. Vuelves al centro y paseas por sus callejuelas, la plaza de
la Constitución, el Ayuntamiento, la playa de la Concha..me dejo envolver por
la ciudad.. me encanta.
Hablo
con mi hermano mucho, hacía mucho que no conversábamos tanto y te das cuenta
que está feliz, que este trabajo le hace sentirse bien. Comemos, vemos juntos
el Madrid-Real Sociedad, mientras nos juntamos un rato los tres hermanos, ya
que Gaspar también ha venido a correr la Behobia. Despides a Juan entre la
lluvia, visitas la catedral del Buen Pasto y te hinchas a comer pasta con Pablo
y sus colegas que repiten experiencia.
Y llega
el domingo a las 8:30, había quedado con Carlos, Miriam, Jesús y Esther y nos
hacemos fotos los villanos. Cogemos el tren, madre mía mover casi 30000
personas y va todo perfecto. Llegamos y el ambiente es increíble, se sienten
los nervios, nos colocamos en la salida y todo se detiene un momento, cierro
los ojos, me agacho y me digo: ¡¡¡Vamos David, disfruta!!!
Comienza
la carrera, en Irún te vas controlando porque la gente te anima a tirar pero
sabes que la carrera es larga y vas avanzando y te sientes bien, voy feliz con
una sonrisa, chocas la mano con los niños y superas las primeras cuestas, los
kilómetros pasan, me siento fuerte lleno y tiro más y más, la gente me lleva,
tengo agua cuando tengo sed, me dan una naranja , antes de empezar a
desfallecer y cada vez estás más cerca.
Superas
la última cuesta y das lo máximo hasta el final, cuando crucé la meta, lloraba,
era feliz, había hecho un tiempazo y había sentido cosas indescriptibles,
esperé a Carlos y nos fundimos en un abrazo, que carreron ambos, me ducho y
vuelvo a ver a mi gente, ves a Miriam, a mi hermano Gaspar.. y vuelvo a sentir
como me emociono como soy feliz, como el sufrimiento te da estas recompensas,
ves a gente llegando estenuida, les animas, intentas devolver parte del calor
recibido en tus 20km.
Pero
todo termina, coges el tren de vuelta y no dejas de pensar en la carrera y te
pones a escribir estas líneas. Cierras los ojos y te vienen momentos,
emociones, sensaciones, esta carrera hace que el corredor popular se sienta
importa, porque la gente se echa a la calle y no dejan de animar nunca.
Gracias Behobia SS.
jueves, 31 de octubre de 2013
Al fin llegó el día
Ha sido mucho tiempo esperando
este momento, muchos los pensamientos que me conducían aquí, una ilusión, un
sueño, esa razón a la que me he agarrado durante mucho tiempo atrás. Por fin,
recibí las llaves de mi casa, por fin pude entrar, salir, ver, sentir, tocar,
oler, vivir.
30 de Octubre de 2013… El día fue
largo e intenso, las interminables firmas con el banco, el primer contacto con
algunos de los que serán mis vecinos, la notaría, más firmas, los cheques, las
llaves, mis llaves, mi casa.
Luego, llegas a ese sitio al que
has ido tantas veces, recuerdas esos días que no era más que un solar, un
agujero, la primera grúa, los momentos en los alrededores, esos días midiendo
mi patio desde afuera. Todo eso ya queda atrás, ahora puedo entrar, no tengo
que pedir permiso a nadie, por fin puedo vivir el hoy y no la añoranza del
pasado ni la ilusión de un futuro que no llegaba.
Me acompañan mis padres, y mis
sobrinas, meto la llave, abro la puerta y entro, los primeros segundos no siento
nada especial, pero no tardo mucho en recibir un subidón de vida y empiezo a
saltar a emocionarme, a subir todas las persianas, a recorrer mi patio, a ver cómo
me han dejado finalmente mi cocina, a empezar a sentir unas sensaciones
diferentes.
Y ahora?? … Ahora queda lo más
bonito, disfrutarla, compartirla, enseñarla, hacerla realmente mía, no mirar lo
que pudo ser sino lo que es, y vivir cada momento, aprender de cada situación y
sobre todo sentirme super orgulloso, que gracias al sacrificio, a la
responsabilidad que me caracteriza y en definitiva a la personalidad que tengo
y que en gran parte me han inculcado mis padres, hoy tengo mi primera vivienda.
Por fin llegó el día, ahora
espero que tú quieras venir a verla, estás invitad@.
domingo, 27 de octubre de 2013
Bernabéu: teatro, mercado, educación
El pasado miércoles volví al
Santiago Bernabéu a ver un partido de Champions, hacía mucho tiempo que no iba
a ver un partido de Copa de Europa y además era la primera vez que iba con mi
sobrino Carlos a ver un partido así.
La ilusión era grande, llevábamos
mucho tiempo esperando este día, la Champions, el Bernabéu, un partido grande
contra la Juventus, nuestros bocadillos, unas entradas a pie de campo cerca de
la esquina izquierda del fondo sur y sobre todo muchas ganas de disfrutar.
Llegas al estadio y te contagias
por el ambiente, entras al campo y siempre te quedas anonadado por su magnitud,
ves calentar a los jugadores muy cerca de ti, intentas que las cámaras del
estadio te saquen por los videomarcadores y se te ponen los pelos de punta con
el video de momentos históricos del Madrid con Plácido Domingo de fondo y
escuchas el himno de la Champions.
Pero empieza el partido y
comienza el teatro, el Bernabéu se calla, solo la grada joven ánima y se escucha
mucho más a mil aficionados juventinos que a todo el Bernabéu, que ante los
cánticos de la afición rival, no se contagia intentando animar ellos más fuerte,
solo silbando. Y es que aquí sólo se sabe silbar, se silba al árbitro, al
equipo rival, a la afición rival y a nuestros jugadores.
Es cierto que el juego del Madrid
no engancha, no juega bien, pero las 80000 personas que estamos aquí estamos
representando a millones de aficionados madridistas y deberíamos al menos hacer
todo lo posible por llevar en volandas a nuestro equipo, como hacen muchas
aficiones, pero no, aquí o es el equipo el que levanta a la grada o nada.
Yo me siento Madridista, y lo
reconozco incluso en días como hoy tras perder un clásico, cuando muchos se
esconden o solo salen para excusarse de una derrota por el árbitro. El Madrid,
este sentimiento está muy por encima de jugadores y entrenadores egocéntricos,
pero me fastidia mucho pagar un dineral por un espectáculo, que al menos antaño
se veía tanto en el campo como en la grada y encontrarte rodeado de personas,
que vivirán el madridismo como yo, no lo discuto, pero que en muchos casos están
más pendientes de su móvil que del partido.
Me fui con un sabor agridulce, no
puede ser que 1000 aficionados se escuchen más que 80000, no puede ser que se
pite a un jugador de nuestro equipo, antes de que falle o no luche por un
balón, no puede ser que seamos madridistas, estemos en el Bernabéu y no lo
demostremos..
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