Ha sido mucho tiempo esperando
este momento, muchos los pensamientos que me conducían aquí, una ilusión, un
sueño, esa razón a la que me he agarrado durante mucho tiempo atrás. Por fin,
recibí las llaves de mi casa, por fin pude entrar, salir, ver, sentir, tocar,
oler, vivir.
30 de Octubre de 2013… El día fue
largo e intenso, las interminables firmas con el banco, el primer contacto con
algunos de los que serán mis vecinos, la notaría, más firmas, los cheques, las
llaves, mis llaves, mi casa.
Luego, llegas a ese sitio al que
has ido tantas veces, recuerdas esos días que no era más que un solar, un
agujero, la primera grúa, los momentos en los alrededores, esos días midiendo
mi patio desde afuera. Todo eso ya queda atrás, ahora puedo entrar, no tengo
que pedir permiso a nadie, por fin puedo vivir el hoy y no la añoranza del
pasado ni la ilusión de un futuro que no llegaba.
Me acompañan mis padres, y mis
sobrinas, meto la llave, abro la puerta y entro, los primeros segundos no siento
nada especial, pero no tardo mucho en recibir un subidón de vida y empiezo a
saltar a emocionarme, a subir todas las persianas, a recorrer mi patio, a ver cómo
me han dejado finalmente mi cocina, a empezar a sentir unas sensaciones
diferentes.
Y ahora?? … Ahora queda lo más
bonito, disfrutarla, compartirla, enseñarla, hacerla realmente mía, no mirar lo
que pudo ser sino lo que es, y vivir cada momento, aprender de cada situación y
sobre todo sentirme super orgulloso, que gracias al sacrificio, a la
responsabilidad que me caracteriza y en definitiva a la personalidad que tengo
y que en gran parte me han inculcado mis padres, hoy tengo mi primera vivienda.
Por fin llegó el día, ahora
espero que tú quieras venir a verla, estás invitad@.