Llevaba años queriendo visitar
esta zona de Francia, quizás desde el viaje por el Danubio en Bici de hace 7
años, desde entonces solo estaba esperando el momento y que alguien se animara
a realizarlo conmigo. El momento ha sido ahora, gracias a qué mi amigo Buitre
se animara a esta aventura; y puedo
decir que las sensaciones han sido de un viaje de diez que ha cumplido con
creces todas las expectativas que teníamos puestas en él.
Preparación
Una de las premisas qué queríamos
aprovechar en este viaje es poder disfrutar de nuestras bicicletas recorriendo
el Loira, por lo que solo teníamos dos opciones, ir en avión o darnos una
paliza hasta llegar en coche hasta allí. Echamos nuestras cuentas y decidimos
ir en avión, la compañía que mejor precio nos hacía era EasyJet que por 90€ nos
llevaba la bici de ida y vuelta hasta Paris.
Mirando, vimos que una de las
zonas del Loira con mayor concentración de castillos y conexiones desde Paris,
es entre Orleans y Tours. Así que calculamos
unas etapas que nos llevaran a los castillos más representativos de esa zona y sacamos
hoteles, en las ciudades de Orleans, Blois, Amboise y Tours.
El Viaje
Ir con las bicis en el avión no
es fácil, se necesita meter la bici en una caja, y una vez tienes la bici
dentro, su manejo, por peso y dimensiones no es nada cómoda. Y tienes que
pensar que la caja te tiene que valer para la vuelta, así que tienes un
problema añadido, saber donde guardar tus cajas durante tu estancia en Francia.
La mejor opción es dejar las
cajas en la consigna del aeropuerto, pero la información de la página web del
aeropuerto Charles de Gaulle de Paris no hablaba nada de la consigna de larga
duración, así que gracias a que mi primo Javier está viviendo en Paris, sino esta
aventura no sé hasta donde hubiera llegado.
Imaginaos, que transportar las
cajas hasta el centro de Paris, no fue fácil, pero la experiencia de meter las
cajas en el tren y recorrer Paris con ella, fue algo inolvidable.
En Paris, teníamos que coger un
tren hasta Orleans, que salía de la estación de Gare d'Austerlitz y en una hora
estábamos en Orleans.
Orleans es una ciudad con un
centro histórico en donde la figura de Juana de Arco está presente en cada
esquina y es un gran punto de partida para nuestras etapas.
1ª Etapa: Orleans – Blois
Solo coger las bicis y recorrer
los primeros metros por los puentes sobre el Loira, te hacen sentir que el
viaje merecerá la pena, te vas alejando de la ciudad y te llenas de naturaleza,
los paisajes que ves son excepcionales, de esos con los que desconectas de tu
rutina con solo mirarlos, el camino te lleva paralelo al río, atravesando
pueblos, parques, bosques, sembrados, en definitiva viendo de cerca la vida del
Loira.
La primera maravilla, la
contemplamos en Beaugency, un maravilloso pueblo, que se abría con un impresionante
puente sobre el rio, y que nos introdujeron a una serie de calles medievales, donde
se comerciaba en la calle y que nos transportabas a una Francia de otro siglo.
En cada etapa, elegimos visitar
un castillo que nos alejaba del transcurso habitual del Loira en Bici. El primero
de ellos fue el Castillo de Chambord, la entrada al recinto del castillo es de película,
te vas introduciendo por un largo camino entre los árboles, en el que vas
viendo cada vez más cerca, el impresionante Castillo. Su recinto, está rodeado por un canal y sus
jardines posteriores un gran lugar para descansar y disfrutar del majestuoso lugar.
Todo el camino a lo largo del
Loira está muy bien señalizado, pero si te sales para visitar un castillo como
fue el caso y a la vuelta quieres
recortar hacía tu destino, no siempre está lo suficientemente claro, no tiene
perdida, pero no está de más llevarte un mapita de la zona.
Nuestra primera noche, la
pasaríamos en Blois, una ciudad que nos pareció de mucho más tamaño que
Orleans, con numerosas cuestas, un puente impresionante que ya se divisaba a lo
lejos y otros muchos que no aguantaron la II Guerra Mundial y solo conservan
sus pilares sobre el Loira. En el interior de la ciudad su castillo, la
catedral y las impresionantes vistas en cualquiera de ellos.
Entre unas cosas y otras, el
primer día de bici acabó con casi cien kilómetros en nuestras piernas, pero en
un recorrido muy cómodo, que no dan la sensación de haber recorrido tanta
distancia.
La segunda etapa nos sacaba del
lado del Loira, para introducirnos por unos paisajes llenos de zonas de
cultivo, hasta volvernos a acercar en la localidad de Chaumont sur Loire, donde
se encuentra otro de los castillos más visitados de la zona.
Desde allí, cogimos una
carretera, que nos introducía por un precioso bosque, tras un largo camino
llegamos a una de las maravillas de nuestro viaje, el castillo de Chenonceau,
una preciosa construcción justo encima del rio Cher, conocido como el castillo
de las Damas, sin duda una de esas imágenes que se te quedan en la retina
durante mucho tiempo, porque el castillo y su entorno son realmente bellos.
La vuelta hasta Amboise, está
perfectamente indicada y allí nos esperaba una localidad preciosa, con una
multitud de comercios, de pastelerías y restaurantes a lo largo del
impresionante castillo que corona la población.
3ª Etapa: Amboise – Tours
La última etapa por el Loira, nos
llevaría hasta Tours, introduciéndonos por el bosque de Amboise y zigzagueando
entre multitud de viñedos, al estar en zona de vinos. De nuevo paralelos al
rio, pudimos disfrutar del Loira según nos acercábamos a la gran ciudad de
Tours.
Dejamos las cosas en hotel donde
haríamos noche y seguimos el transcurso del Loira, para conocer el castillo y
especialmente los jardines de Villandry, una verdadera joya de un tamaño descomunal
que fusionaba flores, con un césped precioso, agua, fuentes y todo junto hacía
del entorno un lugar ideal para finalizar nuestro periplo en bici.
Por la tarde, pudimos conocer Tours,
una ciudad con multitud de atractivos turísticos, una gran avenida con las
típicas tiendas a la que atravesaba el tranvía era el eje principal de la
ciudad, de allí a un lado la catedral, el Castillo y al otro el caso antiguo,
con la plaza de las casas de madera y la basílica.
Un buen lugar donde cenar es la
Creperia Mamie Bigoude, un excepcional lugar, con una decoración super
original, donde podemos degustar unas
crepes riquísimo. Muy recomendable.
La sensación que nos dio Tours,
es que es la ciudad idónea para volver en el futuro y visitar los castillos, moviéndote
en coche para recorrer los alrededores, ya que la ciudad es grande, con una
gran oferta hotelera y hostelera y tienen multitud de castillos preciosos a no
más de media hora. Espero volver en el futuro.
Vuelta a Paris
En definitiva, cinco días
increíbles e inolvidables, muy bien aprovechados, visitando lugares
excepcionales y con esa sensación que no todos los lugares te dejan de qué
volveré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario