Mucho había escuchado sobre la
Madrid-Segovia, que si corriendo, que si en bici, que si existe un camino de
Santiago que sale desde Madrid, que si es muy dura, que si esto o aquello…tras
tanto escuchar tenía que poder opinar y me volví a enrolar en una nueva
aventura, mi propia aventura, realizar una marcha cicloturista entre Madrid y
Segovia, disfrutando de los pueblos que atravesásemos, de sus comidas, hacer
noche a mitad camino y seguir hasta Segovia, donde nos esperaba un rico
cochinillo.
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Madrid – Tres Cantos
El viaje comenzaba muy pronto,
para coger un tren que nos llevaba hasta Fuencarral, punto desde el que era muy
fácil alcanzar un carril bici, que nos cruza la 607 y vamos paralelos a la carretera, pero dirección
Madrid, hasta girar a la derecha por la vía Verde de colmenar que nos lleva
hasta casi la M40, donde tras un pequeño giro a la izquierda, pasamos por un
puente por debajo de la M40.
Desde ese momento, cogemos un camino, el Camino
de Santiago desde Madrid, pudiéndose alcanzar este punto desde cualquier punto
de Madrid, siguiendo el anillo ciclista.
Me pareció sorprendente que en apenas unos
minutos, dejáramos los edificios de Madrid y nos adentráramos en una senda sin
apenas vegetación. El camino avanza paralelo al Carril Bici de Tres Cantos, que
tendremos que coger casi llegando a la localidad.
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Tres Cantos – Colmenar Viejo
Al poco de pasar Tres Cantos,
nuestro camino se desvía a la izquierda, en un descenso que nos llevará hasta
el Arroyo de la Tejada, desde allí una constante subida hasta llegar a Colmenar
Viejo, entrando justo al cementerio y la ermita de Santa Ana. Colmenar es una
de esas localidades que se han volcado con el Camino, con flechas amarillas que
te llevan por los puntos más emblemáticos de la población que dio la casualidad
estaban celebrando un Mercado Medieval.
Colmenar Viejo – Manzanares del Real
Los kilómetros más difíciles del
trayecto son al salir de aquí, porque el camino se vuelve muy rocoso y si no
tienes muy buena bici te tocará bajarte en varias ocasiones, el recorrido es
complicado hasta el puente del Batán. Desde unos kilómetros de subida y un
cómodo descenso, hasta las inmediaciones del Embalse de Santillana, donde se
contemplan unas vistas increíbles de Manzanares del Real y su castillo. En
Manzanares, hicimos nuestra primera parada turística, vimos tranquilamente su
plaza, comimos, bebimos y descansamos junto al puente antiguo que da acceso a
la población y en donde mucha gente vencía al calor bañándose en el río.
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Manzanares del Real – Mataelpino
Desde Manzanares, coges el camino
de acceso a la Pedriza y vas en continuo ascenso hasta llegar a la población,
no tiene pérdida.
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Mataelpino - Navacerrada
En la salida de Mataelpino,
tienes que ir unos metros por el arcén de la M-607 hasta que coges un camino
por la derecha, que te lleva por una zona muy estrecha, entre jaras, con
constantes subibajas y atravesando puertas de ganado. Aquí el camino te obliga
a cruzar la carretera, porque cambia de lado, por lo que hay que tener mucho
cuidado.
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Navacerrada – Cercedilla
En Navacerrada desaparecen las
flechas amarillas, tras preguntar a varias personas, tuvimos que ir por el estrecho
arcén de la carretera un par de kilómetros, dirección Puerto de Navacerrada, hasta
llegar a una casona a la izquierda en la que las flechas volvían a resurgir y
te llevaban por una antigua carretera hasta Cerdecilla. Aquí, hicimos noche.
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Cercedilla – Alto de la Fuenfria
Cruzando por completo Cercedilla,
junto la estación de Ferrocarril, comienza el ascenso de la Fuenfría,
atraviesas la urbanización de las Dehesas y te adentras en el bosque. Los
senderistas pueden coger la antigua senda romana. La subida es larga, pero muy
tendida y pasas por unas zonas preciosas, con unos miradores increíbles, que no
te hacen pensar que estés tan cerca de Madrid. En lo más alto, se concentraban
decenas de ciclistas, cada uno con su ruta particular.
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Fuenfria - Segovia
Desde lo alto, coges el camino
del centro, en un divertido descenso hasta Valsaín, desde allí optamos por
coger una carretera secundaria que enlazaba en pocos kilómetros con un carril
bici que nos llevaría a nuestra meta Segovia.
En fin, otra aventura más en las
piernas y ya pensando en la siguiente.
No te ha picado el gusanillo de hacerla corriendo, creo que aun queda algun dorsal, jejeje
ResponderEliminarEn bici se disfruta más el paisaje,,es un recorrido muy bonito..
ResponderEliminarUn año de estos..