Este pasado fin de semana mi
hermano me tenía preparada una sorpresa, conocer los pueblos de la Arquitectura
Negra de Guadalajara en bici, así que allí fuimos, con mis alforjas ysobre todo
con muchas ganas de desconectar de la rutina diaria y de pasarlo lo mejor
posible.
La aventura comenzaba en Tamajón,
donde dejamos el coche, realizamos los últimos ajustes a la bici, nos hicimos
las fotos de rigor y comenzamos a pedalear por la sierra alcarreña, así comenzamos
a pasar los primeros pueblos, donde íbamos avituallando, hasta llegar al Majaelrayo,
que estaba celebrando la festividad de San Juan, con un mercado medieval y una
cantidad de guiris por sus calles.
Tras el baño, el camino fue más
fácil, llegando al comienzo del Hayedo de la Tejera Negra, Cantalojas y nuestro
meta para el primer día, Galve de Sorbe. Un encantador pueblo, donde vimos a
una compañera de mi hermano del instituto que nos enseño como toda la población
se estaba volcando en preparar el Corpus Christi del día siguiente. Allí,
paseamos, nos hicimos mil fotos, hablamos de nuestras cosas, con una buena cerveza y cenamos a base de
bien, tras el intenso día.
A la mañana siguiente, nos
esperaban 70 kilómetros más, comenzamos la marcha, escuche misa en una bonita
parroquia de Condemios de Arriba y fuimos avanzando en nuestras pedaladas entre
un paisaje increíble mucho más bello que el del primer día, con una naturaleza
hermosa, mientras pasábamos por pueblos como Aldeanueva, El Ordial, Arroyo de
Fraguas, así hasta llegar a Umbralejo, una joya de pueblo que se está
reconstruyendo en medio del Valle del Sorbe.
Y la penúltima parada era
Valverde de los Arroyos, uno de los pueblos más bonitos de los que he visitado
en nuestro país, allí volvimos a cargar las pilas, disfrutamos de sus calles,
su fuente, su gran pradera y nos encaramamos de nuevo hacia la meta final,
Tamajón. Una etapa, preciosa, menos dura que la del día anterior, pero más
larga, en donde cada subida se notaba los kilómetros acumulados y sobre todo el
calor del fin de semana.
En definitiva, un fin de semana, lleno de grandes
momentos, al lado de mi hermano, en lo que espero sea el comienzo de una nueva
tradición de escapadas con la bici, para conocer zonas cercanas y bonitas como
la Arquitectura Negra de Guadalajara
Ese camino que lleva al Ocejón ….
ResponderEliminarQue bien relatado David.