Este fin de semana voy a jugar mi último
partido federado al fútbol sala, sí, cuelgo las botas, a mis treinta años, creo
que ha llegado el momento de centrarme más en otras cosas que me llenan mucho
más en este momento de mi vida.
Desde los cinco años, llevo jugando a este
deporte, en el que he vivido tantos momentos… y entre todos esos momentos,
destaca en especial una persona, mi hermano Gaspar, el cogió a mi grupo de
amigos del barrio cuando éramos niños y con su ilusión y trabajo, crecimos
juntos, y vivimos unos momentos increíbles, convirtiendo un equipo en un gran
grupo de amigos, que peleó en varios ocasiones por ganar la liga provincial,
pero siempre nos quedamos como eternos subcampeones, ese grupo de Jose, Diego,
Javi, Juan, Jesús, Ika, Zurdo, … se mereció mucho más de lo que obtuvo, pero al
menos vivimos momentos fantásticos que hoy perduran y que hacen que en la
memoria de todos nosotros siempre haya hueco para esos recuerdos y para la
figura de mi hermano.
En tantos y tantos años, fui pasando por
todas las categorías del Club Fútbol Sala Azuqueca, desde Benjamin hasta el
Nacional, pasando por años donde tuve la suerte de defender a Castilla La
Mancha en el campeonato de España y llegar a ganar dinero por mi hobbie, en
todos esos años, no puedo olvidarme de Roa, Luis Carbajo, de Moraga y la
confianza que puso Humberto en mí.
Pero llegó la universidad y el hobbie
empezaba a ser responsabilidad y sentía
que mi futuro estaría más ligado al esfuerzo clavando codos que con el deporte
y fui relegando mi pasión a un nivel de exigencia menor, con una liga menos severa
pero competitiva en donde he estado hasta ahora.
Luego llegaron las lesiones, operaciones y
una compromiso por intentar sacar un equipo provincial en Azuqueca que no
siempre me valoraron y que me provocó muchos quebraderos de cabeza, ya nunca
nada volvió a ser igual, porque ya mis compañeros de equipo, solo eran eso
compañeros, nunca más conseguimos ser un grupo de amigos, pero sí que me cruce
con personas importantes como Marcos, Peke, Ruben, Parrita y en especial con
Córdoba que me ha acompañado hasta el final.
La temporada pasada, dije adiós al fútbol
sala en Azuqueca y jugué un equipazo que ganó todo lo que nunca había ganado
durante los años atrás, eso me enseño que a veces las victorias no son tan
felices como uno se podía imaginar.
Este año, agradezco a Jaime y Samu, que me
invitaran a jugar en su equipo y que me regalaran la capitanía desde el primer
momento, siento que no les he devuelto toda la confianza que pusieron en mí,
porque sinceramente no he tenido la implicación que me gustaría y por eso en
parte lo dejo, ya no siento lo que sentía cuando jugaba a este deporte que lo
ha sido todo para mí, quizás porque nunca he vuelto a tener ese grupo de
amigos, que mi hermano formó una vez, quizás porque ese grupo ahora lo he
encontrado en el atletismos de Villanueva, no sé.
Sólo se que es el momento, que seguiré con
mis partiditos de fútbol 7 y alguna pachanga de futbol sala volveré a jugar,
pero que como dije un día, es una suerte poder tomar estas decisiones cuando
uno quiere y
siente y de eso me siento afortunado, pero ha llegado el momento
de colgar las botas y decir adiós al deporte que me ha acompañado toda una
vida…
Ánimo en esa transición Dave, estoy seguro que con el atletismo popular seguirás disfrutando del deporte y todo lo que le rodea.
ResponderEliminarYa sabes, nos vemos.