miércoles, 11 de febrero de 2015

Nos vamos haciendo mayores



Hay momentos en la vida en los que te das cuenta de cómo pasa el tiempo, cómo vamos creciendo, cómo nos hacemos mayores. Atrás ya dejamos la adolescencia, la universidad, te compras coche, casa, en tu entorno la gente empieza a hablar de niños, pañales, guarderías y sobre todo tus amigos de siempre se van casando.

El año pasado sería Jesús, luego llegaría la boda de José Luis, y dentro de unos días será Pablo quien dé el paso. Son estos momentos en los que echas la mirada atrás y te das cuenta que ya no eres un niño.

Con la boda de Pablo a la vuelta de la esquina, me vienen a la cabeza muchos de los momentos que hemos vivido juntos, desde párvulos, creciendo, estudiando, las primeras veces, las primeras fiestas, compartiendo vestuario, viajes y sobre todo siendo uno de las personas que más me ha escuchado, en la que más he confiado mis miedos, mis inseguridades y siempre estaba ahí para darle coherencia a mis problemas.

De Pablo, puedo destacar mil cosas, sin duda es una de las personas más inteligentes que he conocido, pero por encima de todas sus virtudes, destaco esa confianza que siempre me ha transmitido.

Y qué decir de su futura mujer, Lourdes. En aquellos meses en los que yo estaba algo descarriado, conociendo a multitud de gente en el paréntesis de mi relación con Irene, apareció ella. Una chica sencilla, buena, inteligente, una chica que como les dije a José Luis y a Vanessa al poco de conocerla, era una chica para estar y que me pegaba para Pablo. 

Y así entre mensajes, quedadas y un viaje a Bulgaria entre medias, hice porque coincidieran y lo demás ya os lo podéis imaginar. Toda una serie de acontecimientos se tuvieron que desencadenar para que estas dos personas, coincidieran en la vida, pero yo conociendo a uno y una vez conocido al otro, tuve muy claro que estaban predestinados y pocas cosas me hicieron más feliz que saber que el amor crecía en ellos.

El próximo Viernes ellos dirán el sí quiero, pero como muchas veces me han dicho, ellos llevan casados mucho tiempo, desde aquel día en que sintieron que estaban hechos el uno para el otro.

El pasado fin de semana, entre comilonas, partidas de e-combat, risas, fotos, … pasamos unos grandes momentos todos, espero que aunque vayamos creciendo, siempre tengamos ese tiempo para recordad lo vivido y seguir acrecentando nuestra historia, porque tenemos muchos viajes por hacer y por contarnos, muchas más comilonas y sobre todo una amistad de las de verdad por compartir.
 
Porque aunque nos vayamos haciendo mayores, aún somos jóvenes y tenemos mucho que vivir.


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