La última escapada del año me ha llevado a Roma con mi amigo Edu.
Tras un intenso año de viajes, había que poner la guinda con unos días
fantásticos en la ciudad eterna.
Tras el madrugón, nos plantamos en Roma a primera hora de la
mañana, lo que nos permitió dar una buena vuelta antes de comer, por la
plaza de España, sus escalinatas donde no nos dejan ahora sentarnos, la
Fontana de Trevi, sigue tan preciosa cómo la de
dejé hace ya más de 11 años, pasé de tirar monedas que cada vez creo
menos en ese tipo de supersticiones y desde allí a la plaza de Venecia,
subiendo a lo alto del monumento de Victorio Emanuel y contemplar unas
vistas impresionantes de todo el Foro Romano,
con el Coliseo al fondo.
Por la tarde más fotos por los alrededores de la antigua ciudad
romana, con el pose de las gaviotas, para después adentrarnos por el
Panteón, la Plaza Navona y llegar a orillas del Tiber y contemplar la
belleza del castillo de San Angelo y el Vaticano
al fondo. Que preciosidad de Ciudad.
Por la noche pusimos rumbo al Coliseo, la verdad es que a
diferencia de otras ciudades, Roma tiene todo bastante cerca y
alojándote por la zona de la estación de Termini tienes todo en la palma
de tu mano. Un primer día maravilloso en que tuvimos una primera
toma de contacto de todos los puntos de interés de la ciudad.
El segundo día, teníamos contratado un tour para conocer el
Coliseo, el Foro Romano y el monte Palatino. El Coliseo por dentro los
que lo habéis visto sabréis que deja mucho que desear, pero conocer su
historia, me pareció fascinante, sus puertas, por
dónde entraban los gladiadores, dónde entrenaban, el motivo de su
construcción. De allí paseamos por el foro romano, la historia de Julio
César, Rómulo y Remo, y las vistas desde el monte Palatino.
Por la tarde teníamos un free tour para descubrir Roma de noche,
pero nuestro guía nos dió plantón, vaya seriedad..al día siguiente me
contó una milonga de una detención un poco sorprendente, en fin.
Aprovechamos entonces para pasear hasta el Vaticano
y ver toda la plaza de San Pedro casi sin gente y cenar por el
Trastevere, uno de los barrios más famosos de la ciudad.
El tercer día tocaba el Vaticano, sus museos, la capilla Sistina,
la cantidad y cantidad de riquezas y grandeza de la iglesia, sigo sin
comprender tal exaltación..También subimos a la cúpula, vaya vistas y
que vértigo, vaya panzada a subir escaleras nos
pegamos que sólo unos días después del maratón las piernas lo notaron
pero bien jejejeje.
Por la tarde la villa Borguese y una maravillosa puesta de sol
sobre la Plaza del Poppolo, realmente hermosa con el Vaticano al fondo.
Al ser nuestra última noche queríamos pasar de nuevo por dos puntos
emblemáticos de la ciudad, el Coliseo, que nos encontramos teñido de
rojo y la Fontana de Trevi.
Ya el cuarto y último día, mi tradicional entrenamiento con el que
unir dos de mis pasiones el turismo y el deporte. Con inicio y fin en
Termini gran ruta pasando por los puntos más bonitos de la ciudad en un
circuito de 12km fabuloso, pasando por la plaza
de Venecia, Fontana de Trevi, plaza España (subida escaleras incluida),
plaza de Popolo, Vía Corso, Plaza Navona, Castillo de San Angelo,
Vaticano, Foro Romano y el Coliseo. Mis primeros kilómetros tras el
maratón, disfrutando de lo lindo. https://www.strava.com/activities/2916426932
Aún tuvimos tiempo antes de irnos de visitar una de las catacumbas
cristianas que hay en Roma y así pusimos el colofón a un puente de
diciembre en la ciudad eterna. Ya se acaban los viajes del 2019, en nada
comenzamos a pensar en los del 2020.
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