Este fin de semana lo teníamos marcado
en rojo desde hace meses en el calendario, cuando mi hermano Gaspar y yo,
decidimos correr la media de Aranjuez y aprovechar la ocasión para pasar el
finde toda la familia junta.
La casualidad hizo que esos mismo
días, coincidieran con otros eventos como el viaje de mi club a Zamora, una
despedida de soltera en una casita rural con los compañeros de trabajo y la
media maratón de Alcalá, que a priori era la carrera marcada para obtener mi
mejor tiempo en la distancia para esta temporada. Así que no cabía otra
posibilidad que disfrutar al máximo, del viaje con mi familia y no pensar en
los demás planes que tuve que renunciar.
Tras una tarde-noche disfrutando
y riendo entre los compañeros de trabajo, nos fuimos hacía Aranjuez, en un día
primaveral realmente increíble.
Los jardines en torno al palacio,
estaban preciosos, es una zona con un encanto único, el canal con aguas del
Tajo, el puente, la presa, los patos, las fuentes, es sin duda uno de esos
sitios especiales.
Visitamos todos el palacio por
dentro, como casi siempre que entro en este tipo de sitios me siento algo
decepcionado, porque me parece mucho más bonito, todo lo que rodea al palacio por
fuera que las riquezas y grandezas que alberga su interior.
En Aranjuez, bebimos, comimos, reímos, jugué
con mis sobrinos y seguí comiendo para coger fuerzas para el día siguiente.
Y llegó el día D, un día
perfecto, una carrera llana, mi familia preparada para animarme en el
recorrido, todo de cara para alcanzar una Mejor Marca Personal (MMP) en media
Maratón. En mi cabeza el miedo, tras una semana complicada, con dolores en la
espalda, pero sabiendo que había entrenado bien y que era el momento de recoger
el fruto sembrado.
La carrera me encantó, con un recorrido
entre los jardines, muy bonito. Me tuve que contener en muchos momentos, sufrí
en muchos otros, pero supe controlarme, escucharme, exigirme,… así los metros
iban pasando. Qué gozada correr y saber que tus padres y tu novia están dándote
fuerzas, tuve muchos momentos de esos que se ponen los pelos de punta. En fin,
disfrute muchísimo, expulsando los malos pensamientos y con el convencimiento
que podía hacerlo.
Ya por el km 19, me sentí fuerte
y ver de nuevo a mí familia, me dio aliento, pero la emoción casi me juega una
mala pasada y tuve unos metros que tuve que controlar mucho mi respiración.
Cuando llegué a la última recta, lo di todo, consiguiendo que el último
kilometro, con el primero fuera el más rápido de toda la carrera, la meta no
parecía llegar, pero una vez alcanzada, una satisfacción inundó mi cuerpo, porque
no hay mayor victoria que superarse a sí mismo y en esta media maratón de
Aranjuez lo conseguí, poniendo la mejor lubrica a un fin de semana inolvidable.
Dave, hay que disfrutar de lo que nos gusta en el momento que toque. En tú caso, familia y deporte. Siempre al máximo, de las cosas importantes y de las que tienen importancia. Un saludo, y sigue siendo tú mismo.
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