Con el Triatlón de Bola de Mundo
de este fin de semana, doy por terminada mi temporada 2018-19. Ahora a
desconectar unos días, viajar, conocer nuevos lugares y volver con las pilas
renovadas para afrontar los nuevos retos de la mejor manera posible.
Ha sido un año extraño, desde que comencé en esto del correr por el año 2012, esta ha sido la primera temporada sin conseguir ninguna MMP en las distancias típicas de 10K, media y maratón, podría pensar que ya alcancé mi techo, pero sé que no es así porque aún tengo margen de mejora, solo que este año por diversos factores no se han dado las cosas como me hubieran gustado en ciertas carreras.
Aunque sin MMPs, sí que he tenido
la suerte de subir al pódium en varias ocasiones y eso son momentos inolvidables
que nunca pensé que fueran a llegar.
El año pasado por estas fechas no sabía si volvería a correr tras detectarme un problema en la formación de mi cadera con el fémur, por lo que no solo seguir corriendo, sino hacerlo a buen nivel sin apenas dolores, a base de cambiar la rutina de entrenamiento y darle mucha más importancia a fortalecer, para mí ha sido la mejor de las victorias.
Pero la temporada ha tenido
momentos malos, sobre todo a comienzos del mes de Noviembre, cuando en la recta
final de la preparación del Maratón de Valencia, en el trabajo me dicen que
tengo que viajar a Riyadh, que sumado a un problema familiar me hizo
descentrarme y cuando la cabeza no está en su sitio… pues en un entrenamiento
sentí un latigazo en el isquio izquierdo, que me dejó mermado el último mes
antes del maratón.
Llegó Valencia y aunque quise
salir al ritmo que había entrenado hasta antes de las molestias, esperando un
milagro, tuve que bajar el ritmo por miedo a romperme desde el km 10, pensé en
retirarme, pero yendo más suave no sentía dolor y conseguí acabar un maratón
dignamente, disfrutarlo muchísimo y sobre todo sentir una sed de revancha como
nunca antes.
En Abril llegaría mi momento más
feliz, acabando mi quinto maratón de Madrid, con el mejor tiempo que había
logrado nunca.
En total han sido 34 competiciones, diez miles, medias, dos maratones, algún trail, pruebas ciclistas como la maravillosa ruta de los Lagos de Covadonga y acabando la temporada con varios triatlones.
En el triatlón de Guada, tuve que
retirarme por un corte de digestión, madre mía que mal lo pasé, menos mal que
pude resarcirme unas semanas pasadas después en el Tri de Pareja, consiguiendo
mi mejor tiempo en la distancia olímpica.
Sin duda esta temporada, tiene un día que marca un antes y un después, con la decisión de dejar el Club Atletismo Villanueva, una decisión difícil, que no estaba en mis planes, de hecho ya hay varias carreras de la temporada que viene que estoy inscrito como villano, pero la vida tiene estas cosas y aprovecharé este cambio para dar un impulso a un mayor si cabe a los retos marcados para la temporada que viene.
Nos vemos en unas semanas. Feliz
verano!!!
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