lunes, 24 de febrero de 2025

23F – Maratón de Sevilla: mi duodécima maratón

Una maratón comienza mucho tiempo atrás, cuando ya planeas apuntarte a ella, miras el alojamiento, como ir hasta la ciudad,… diría que posiblemente la aventura de este Maratón de Sevilla comenzaría por Marzo del año pasado, una ciudad perfecta, para intentar preparar un maratón en condiciones y volver a bajar de 3h o al menos bajar de las 3h03 de la vez anterior que vine a la capital hispalense. Además, 23F, parecía una fecha idónea, que me iba a permitir enfrentarme a un reto importante antes de centrarme en ultimar los detalles de mi boda el 14 de Junio.

Pero la vida, no siempre viene como uno la espera y desde que la idea de ir a Sevilla se concretara en mi cabeza, las cosas han cambiado tanto…En Julio me parto la clavícula, en una caída en bici, echando al traste casi por completo mi verano, que terminó con el mayor palo que he sufrido nunca, la inesperada muerte de mi madre, que, de un día para otro, nos dejó, sin poderme acompañar al altar como todos hubiéramos deseado.

No pretendo ni dar pena, ni quejarme, ni estar todo el día hablando con unos y con otros, de cómo estoy, de cómo me siento, he intentado siempre tirar adelante, buscar ilusiones cuando no las tenía, de seguir haciendo las cosas, cuando no tenía ganas de nada, pero es que parece que David siempre puede con todo, y muchas veces incluso yo he sentido que podía con todo, pero aguante hasta donde aguanté, y las navidades fueron un antes y un después porque son fechas que acentúan las ausencias y encima mi primer cumpleaños sin ella, ya empecé a sentir, que seguía haciendo todo, en un trabajo de mucha responsabilidad, con la presidencia del club, con los entrenamientos, con los preparativos de la boda, todo lo seguía haciendo, pero por sentido de la responsabilidad no porque tuviera ganas de hacer nada.

Es muy difícil intentar preparar una boda, en mitad de un duelo, algo que debería ser alegre, se convierte muchas veces en momentos de una gran tristeza, que se alternan con otros muchos en los que me enfado, por cualquier cosa y es que estoy muy irascible, sacando demasiado a menudo al ogro que llevo dentro.

Pero, si algo tiene bueno el abrir los ojos y darte cuenta de cómo te sientes, es que también hizo que empezará a priorizar las cosas que son más importantes en la vida y entonces ya empecé a saltarme entrenamientos, a acortar otros y si ya llevo varios años que por mis problemas físicos con los Aquiles, soy incapaz de correr más de 4 días en semana, (algo que no tiene solución más que pasar por el quirófano), si además el resto de los días que compensaba con bici o natación, van desapareciendo por uno u otro motivo, pues terminas estando en un estado de forma “bueno”, pero no apto para afrontar el maratón y eso es algo que sabía, y que poco a poco me fue haciendo que mis pretensiones de tiempo en Sevilla, fueran cambiando hasta tener un idea en cabeza de salir a 4:25-4:30 para acabar en unas 3h10.

Y así nos plantamos en Sevilla, en avión, que se note quien es el presidente (y que claro en Marzo del año pasado los vuelos Ida/Vuelta no llegaron ni a 55€/persona). El viernes dedicado a que Irene disfrutara de su ciudad favorita, paseando, por Triana, la Torre del Oro, la Giralda, la Judería.


Un sábado ya más tranquilo, por la Plaza España, y luego con la comida con los compañeros del club, ver la cara de nervios de los primerizos, las dudas de otros y los reencuentros con la presencia del Almanseño, Josema. Por la tarde, visita a los familiares sevillanos, para seguir entregando invitaciones de boda y a descansar que el Domingo venia duro.


Llegó el día de la prueba, en el previo, no llegamos a coincidir todo el grupo en la zona de ropera, estoy con Bekkay, Adri, Kake, Santi y Busto, pero a eso de las 8:05, ya decido dejar las cosas del ropero y desplazarme a mi cajón de salida con mi colega Buitre que también corría. El cajón, como cuando me apunté pensaba bajar de 3h, pues estaba con gente que en la práctica sabía que saldrían más rápido que yo, pero iba a salir mucho más cómodo que si metía atrás, así que llegó el pistoletazo de salida.

En el primer kilómetro ya me estaban adelantando Adry y Chemita, poco después se me pone a mi vera Cesar Hita, le deseó lo mejor, sé que va a hacer una gran maratón, me siento cómodo, me siento bien, me tengo que ir frenando en cada kilómetro, mantenimiento el objetivo de 4:25-4:30 que me había propuesto, todo va fluyendo. Cuando cruzaba el puente de Barqueta, hay bastante pelotera y un padre que va empujando un carrito con sus tres hijos ya creciditos, casi me lleva por delante, pero bueno, sigo concentrado.

Poco después me pasa Amadeo, ha hecho una gran preparación y se merece resarcirse de Donosti, me da un trago de su agua y le veo poco a podo desaparecer en el horizonte entre corredores y corredores. Los kilómetros pasan, sigo fresco, sigo bien, controlando la alimentación, todo en orden, se pasa de nuevo por la zona de la salida, de nuevo el bullicio de gente, caras conocidas animando. Pasé la media maratón con muy buenas sensaciones, fresco, concentrado, mentalizado, hidratándome bien, todo iba rodado.

En el kilómetro 27, me estaría esperando Irene, quede con ella que como la carrera era tan pronto, que no madrugara tanto, que desayunara tranquila y que sobre las 10:30 yo pasaría por la rotonda de Gran Plaza, que estaba junto a nuestro alojamiento allí ya me vería, que luego cogiera el metro a Plaza España me viera de nuevo y ya llegando a meta otra vez. Pues eran justo las 2:00:00 en mi crono, cuando estaba pasando por la rotonda que la dije, yo mirando a un lado y a otro y que no la veo, menudo bajón me dio, pero donde se habría metido esta chica, me decía entre frustración y también enfado.

Quedaba aún mucha carrera y tenía que seguir adelante, pero ya la cabeza no iba tan fluida como antes y me dejaba ya algún segundo sobre el ritmo objetivo en algún kilómetro, llegamos al campo del Betis y encaramos la larga recta en la que en el fondo, ves la meta, pero sé que es un espejismo, porque antes de llegar tocará girar a derecha y aun quedará un largo periplo por la Sevilla Monumental. En esas que veo por mi lado izquierdo un poco adelante a David, “la araña”, no sé si soy yo quien le está cogiendo o es él el que me acaba de adelantar, nuestro ritmo es muy parejo y voy manteniendo la distancia con él, hasta llegar a la vuelta de honor en la Plaza España, donde primero el cambio de pavimento, luego el largo giro y por último el no encontrarme de nuevo con Irene, en ningún punto me hunde, empiezo a pensar que le ha podido pasar algo, los pensamientos negativos me afloran, cuando casi saliendo ya del recinto del parque de Mara Luisa, por fin la veo, km 34.


A pesar, de ver que está allí, no soy capaz de reconducir la situación, me siento dolorido, que ya apenas levanto los pies por los Aquiles y que como vaticinaba me faltaba volumen de entrenamiento. Intento mantener la calma, quedan 8km y se que voy a llegar, por mí, por mi madre, por todo. Pero cada kilómetro el sufrimiento es mayor, me alcanzan Javier Arias y Josema, al poco Santi, que me pasa como un rayo, antes de llegar a la Macarena, me adelanta el globo de las 3h15, con la marabunta de gente, y en esas Josema le veo que se pone andar y le alcanzo de nuevo, la verdad, es que me veo mal, me adelanta mucha gente, pero son muchos los que van los pobres andando y yo aún tenía fuerzas para correr, pero cada paso un poquito más despacio.

Ya cuando encaramos, la calle que nos llevará hacia el casco antiguo de Sevilla, noto como los gemelos y los cuádriceps se me van acalambrar en cualquier momento y a lo lejos alzo la mirada y veo andando a Amadeo, no por favor, a Amadeo, no. Me dice al pasarle que “estoy roto”, su cara desencajada, hizo que los siguientes minutos, no fuera capaz de contener las lágrimas, ver a un compañero así me partió el alma.

Ya no vuelvo a mirar adelante, voy arrastrando los pies, sin fuerzas, ya ni miro el reloj, me cuesta alzar la vista y no soy capaz de disfrutar de estar corriendo por donde estaba corriendo y justo al llegar al avituallamiento que había donde la Giralda, todo lleno de vasos en el suelo, yo sin levantar nada los pies, los raíles del tranvía, un corredor que se me cruza y me tropiezo, pero milagrosamente cuando me veía de bruces en el suelo, conseguí mantener el equilibrio, eso sí lo dos kilómetros que quedaban, ya salieron a 6min/km. Ya corro por inercia totalmente.

En la penúltima recta antes del giro hacia la meta, me estaría esperando Irene, esta vez sí que estaba en donde la esperaba, veo que se me pone a correr a mi lado, “Vamos que vas a llegar a meta, que entro contigo”, ella que nunca corre, ahí estaba corriendo a mi lado, grabándome con el móvil, yo que vuelvo a no controlar las lágrimas y en mitad de ese mar de malos pensamientos que me venían en los últimos kilómetros, me digo, “joer si que tengo que ir lento, para que pueda ir conmigo”. Antes de llegar a la zona delimitada de vayas, la digo que se quede y encaro la última recta, que duro esto del maratón, que sin fin de sensaciones durante 42km, alzo las manos, miro al cielo y cruzo la meta.  

Paro de correr y todo va a peor, que dolor de todo, si no se andar, a lo lejos veo a David, a Santi, Hita y Javi Arias. Dave siempre es fuerte, Dave siempre puede con todo, pero Dave ya no puede contenerse más y las lágrimas llenan mi rosto mientras me fundía en abrazos con los compañeros.

Al final, pasadas las horas, me siento muy orgulloso de haber vuelto a cruzar una meta de un maratón, y van doce, no ha sido ni de lejos mi mejor tiempo, 3h20, diez minutos más del registro que hubiera firmado antes de empezar. Me quedo con el sabor agridulce de no haber compartido ese ratito post meta, con el resto, de haberme abrazado con el éxito de cada uno, porque fuera de las marcas, cruzar una meta de un maratón es siempre una victoria, es una experiencia de vida, que para los que corremos no se puede comparar con nada.



Barcelona 2026 nos espera.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Niza: La vida debe continuar



En esta montaña rusa de emociones y sentimientos que atraviesan mis días, en la que me cuesta todo tanto, momentos así son lo que necesito para hacerme ver que la vida debe continuar y que aunque ya nada será igual en mi camino por la vida, hay muchos motivos por los que seguir riendo, disfrutando y manteniendo una ilusión.


 

Ha sido el primer viaje con Triana mi sobrina pequeña, elegimos Niza porque era una ciudad que no conocía y que ya en estas fechas del año podría aunar buenas temperaturas y visitar algún mercado navideño por Europa.



La ciudad ha sido todo un acierto, su largo paseo, subir a la colina del castillo, donde las vistas de la ciudad y la costa son preciosas, (pero ni rastro del castillo), las letras de Niza, la cantidad de restaurantes, muchos de ellos italianos porque en el pasado la ciudad pertenecía a uno de los reinos que terminaron conformando la actual Italia.

 



En el centro de la ciudad, en la plaza de Massana, se ha montado un espectacular mercado navideño, con puestecillos, atracciones y una gran noria, que hacían las delicias de los más pequeños y no tan pequeños.


Como no, hicimos un free tour de la ciudad, para conocer un poco de la historia de la ciudad, la diosa Nike, Apolo, los trampantojos, Garibaldi y otras anécdotas de la ciudad.


Uno de los días nos desplazamos a Mónaco-Montecarlo, ahí todo era lujo, cochazos y muchas cuestas porque la ciudad está entre montañas. Vimos el cambio de guardia en el palacio de los príncipes, contemplamos las vistas hacia el puerto de Hércules, el museo oceanográfico, paseamos por las calles de lo que se convierte en un espectacular circuito de Fórmula 1 y llegamos al Casino, donde el lujo y el juego se juntan en una combinación explosiva.





 
Ya el último día paseamos por la catedral rusa y por la playa que aunque tenga un color azul espectacular está completamente llena de piedras, parece mas estar en un rio que en una playa de las que estamos acostumbrados en España.




Buenos días por Francia, conociendo la Costa Azul, disfrutando del sol en Diciembre y cambiando un poco los aires, que tras los últimos meses falta hacia. 

domingo, 8 de septiembre de 2024

La despedida



En estas fechas cualquier otro año estaría hablando de mis viajes, pero este verano todo ha sido diferente y las palabras que me salen están llenas de dolor, tristeza y vacío.

El 14 de agosto, se nos fue de manera totalmente inesperada, mi madre, la Lola.


Es difícil de expresar los sentimientos que pasado los días afloran por mi cuerpo, me cuesta estar bien, me despierto en mitad de la noche y la echo de menos, aún hay veces que pienso que esto no ha pasado, que todo es un sueño, pero la realidad es la que es y no volveré a besarla, a desahogarme de cualquier cosa que me rondara la cabeza, de disfrutar de sus comidas, de pasear cogido de su mano, de ver una serie o una película juntos o de disfrutar de viajar a su lado.


He tenido la suerte de tener como madre, a una persona que me ha transmitido unos grandes valores y que he tenido muy cerca siempre, hemos vivido tanto juntos que quizás por eso ahora mismo me siento con ese vació tan grande, pero con el tiempo seguro que me queda todo lo bueno que hemos vivido, además se ha ido sin hacer ruido, rápido, sin ser una carga para nadie, dándonos servicio hasta el último día, tomándose un helado como cada noche en la Heladeria de Jose y bañándose en la curva de Lo Pagan, unas horas antes de su adiós.

Si echo la vista atrás, los recuerdos son infinitos, pero quiero recordar algunos de ellos, como nuestro viaje a DisneyLand Paris para celebrar la comunión de Miriam, el paseo con ella hacia la Torre Eiffel, el destelleo de sus luces al caer la noche y nuestro primer crepe en el Sena.



Con ella, también me fui a Lisboa, Fátima y Oporto, fue una experiencia increíble, porque fue el primer viaje que hacíamos solos los dos, en un momento en el que yo no estaba muy bien anímicamente y fue la mejor compañía posible, para estabilizarme.





Y así una lista larguísima de escapadas, comilonas, teatros, cines, hasta nuestro gran viaje a Tierra Santa y Jordania, el verano pasado. Toda la gente me decía que pedazo de regalo le estás haciendo a tu madre, acompañándola en este viaje, pero el verdadero regalo me lo hizo ella, porque en esos días brilló como nunca.



Nuestra última escapada juntos, fue a Granada en el diciembre pasado, fue la primera persona de mi familia que la dije que me iba a casar, recuerdo su cara de ilusión al decírselo, que se fue convirtiendo en preocupación cuando la comentaba que la boda tendría que ser para Mayo Junio del 2025, para prepararlo todo con calma, y ella me dijo “ay nene, porque esperar tanto, a ver si me va a pasar algo y no voy a llegar, que ya soy muy mayorcica”.


Ese era mi mayor miedo, que alguno de mis padres faltasen ese día tan especial, pero la realidad es que he crecido con ese miedo desde siempre, mi madre me tuvo con casi 44 años de edad, ya le dieron la opción de abortar, porque ya era hipertensa cuando se quedó embarazada y con su edad, había riesgo para ella, pero por suerte aquí estoy yo. El caso es que siempre decía, que si me vería haciendo la comunión, que si me vería con 18 años, que si me vería trabajando y al final solo le faltaron 10 meses, para verme también casado.


Aunque quiero pensar que se fue sin sufrir, sin que fuéramos testigos de un deterioro de una larga enfermedad, sin ser una carga para nadie, la verdad es que me imaginaba que se moriría de “viejecita” en su camita, cuidándola y devolviéndole de alguna manera el servicio que nos ha brindado siempre, pero no ha podido ser, se ha ido sin podernos despedir de ella, sin decirla una vez más todo lo que la quería, sin darle las gracias por regalarme mi vida y ayudarme a ser la persona que soy y no se pudo ir feliz del todo, porque yo sé que quería acompañarme hasta al altar y la vida nos ha robado un momento que por mucho que intente mirar adelante y hacer que siga siendo especial, ya no será igual.


Pero ahora más que nunca, por ella, debo intentar estar bien, volver a sonreír, volver a viajar, volver a disfrutar de la vida, hasta el final, como ella hizo.

Se nos fue a los 84 años de edad y me dio la vida en el 84, coincidencias del destino…

Durante su último cumpleaños

Siempre la tendremos muy presente en nuestro día a día y con estas palabras, mi blog, mi vida, me imagino un día de mayor, releyendo mis andanzas, topándome con este relato, recordando un momento personal triste, del que tengo que reconstruirme, aprender a vivir con un vacío, a continuar mi senda, mi camino.

Seguro que llega ese día y me diré, Madre lo he conseguido. Gracias por darme y enseñarme tanto.

Nuestra última foto juntos

sábado, 6 de julio de 2024

México: una semana por Riviera Maya

Solo unos días antes del aparatoso accidente con la bici volvía todo feliz de mi viaje a México. Pero bueno la vida tiene estás cosas jejejeje.




Con cuatro años de retraso llegó el viaje que tenía planeado justo cuando comenzó toda la pandemia, Riviera Maya, para disfrutar del Caribe y conocer otra de las maravillas del mundo, el Chichén Itzá

Ha sido una semanita maravillosa con mi sobrino Carlos, intentando aguantar su ritmo, con excursiones preciosas y disfrutando de las instalaciones de un hotel Viva Maya, del que nos traemos un gran recuerdo en especial de su grupo de animadores.

El viaje comienza con un largo vuelo de 10h de la compañía Iberojet, con el fuimos alargando el día, saliendo a las 15:30 hora local de España y llegando a las 18:30 de Cancún.

La primera sensación al pisar suelo mexicano fue el calor, la humedad. Localizamos nuestro transfer al hotel situado en la zona de playacar, en un traslado demasiado largo por unas chicas que por intentar ahorrarse un dinero, nos hicieron dar un periplo por medio Playa del Carmen.

Llegué zombie al hotel, pero luego por los efectos del jet lag, me desperté prontisimo y eso tuvo premio, ver uno de los amaneceres más bellos de mi vida en el Mar Caribe.



Ya el primer día teníamos excursión contratada para ver Tolum, Coba y bañarnos en un cenote. Fui un día muy completo, muy bien organizado por la empresa.
Donde nos recalcó que el uso del baño del autobús solo podía ser usado para llamadas nacionales, nada de llamadas internacionales jajajajaja.

La primera parada en Tolum, nos introdujimos en la cultura maya, su calendario, la forma de representar los números y unos templos preciosos con el Mar al fondo, en una estampa maravillosa.




La segunda parada nos llevó a Coba, otra ciudad Maya, con una gran cantidad de templos en la que en unos de mis intentos de realizar una foto volando, acabé aterrizando contra el suelo y nuestro guía todo un crack él, me suelta "Como sigas bailando así conseguirás que llueva", jajajaja.

En esa parada otra anécdota fue la carrera con los taxi bicis, donde nuestro conductor se dejo la vida por llegar el primero.

Coba, estaba en mitad de la selva con algunas pirámides grandísimas que hasta hace unos años podían ser subidas pero que por motivos de seguridad y para mantener el patrimonio se ha prohibido llegar hasta lo más alto.




Para acabar esta fabulosa primera excursión terminamos en un cenote, donde tras comer pudimos nadar en una de estas fabulosas cavidades de agua que inundan la península del Yucatán, una experiencia increíble.





Al siguiente día tocaba hotel, impresionante la cantidad de actividades que se podían hacer y como niños que nos lo pasamos, dardos, fútbol playa, kayak, aquagym. Vamos que nos pasamos el día jugando y eso nos hizo empezar a integramos entre los animadores, que fuéramos por donde fuéramos decían España.

El jueves tocaba el plato fuerte del viaje, visitar una de las siete maravillas del mundo, el Chichén Itzá, pero antes de llegar, nos bañamos en un cenote espectacular en el que bajábamos por una escalera a una cavidad muy profunda desde donde disfrutamos de un baño maravilloso, saltamos, grabamos videos con la GoPro, nos comían los pececitos los pies. La verdad que algo único estos baños en los cenotes. Antes de dejar este cenote, estuvimos en una degustación de tequila, donde nos dieron unos chupitos de diferentes tequilas de sabores, que estaban deliciosos.





Seguimos el viaje, con una pequeña parada por el Valladolid de aquí en México y ahora sí llegamos al Chichén Itzá.




En realidad el nombre no se debe a la pirámide icónica de los mayas, sino a todo el poblado, en donde hay muchos edificios de su civilización, como el campo de pelota y si, la famosa pirámide (Templo de Kukulcán). Que fotografiamos desde todos los lados y jugamos con nuestras palmas para escuchar el singular eco que se produce en la pirámide.



En el autobús de vuelta , fui consciente que me quedan solo dos de las siete maravillas del mundo. Ya he visto el Coliseo de Roma, el Taj Mahal de la India, la muralla China, la puerta de Petra en Jordania y ahora está. Es difícil de poder comparar y entiendo que el valor de esta maravilla no radica tanto en su belleza o magestuidad sino en la perfección de una cultura, la Maya, donde su máximo exponente y resquicio es el Chichén Itzá.

No recuerdo en qué noche, partizamos en un concurso de karaoke, con lo que ya no solo los animadores nos llamaban España por el hotel sino también mucho de los huéspedes.

Los días en hotel, la verdad terminaban siendo entretenidisimos, probando juegos nuevos, bailando, billar, futbolín, un día el gym, baños en la playa o en la piscina. La primera cena temática que tuvimos, fue súper especial, bueno realmente fue casi merienda porque nos tocó reservar super pronto pero nos recibieron con un cóctel de bienvenida, de un margarita de fresa que terminó siendo la bebida del viaje.


El sábado teníamos otra excursión a isla mujeres pero por las condiciones climatológicas nos avisaron el día de antes que el puerto estaría cerrado, por lo que tuvimos que cambiar de plan y aprovechar ese día para visitar la quinta avenida de playa del Carmen y hacer las típicas compras del viaje.



La última noche, teníamos cena temática en otro restaurante, no nos gustó tanto como el primero, pero fue el comienzo de una larga noche de margaritas que acabó a las tantas en la playa, con el de seguridad diciéndonos que no nos metiéramos en el agua.

El domingo, aún dio para hacer cositas, despedirnos de nuestros animadores, ver a España y terminar encontrándonos con nuestro compi del club de atletismo Javi en el aeropuerto.



La verdad han sido siete días impresionantes, que espero que también lo hayan sido para Carlos, ahora toca volver unos días a la rutina, antes de pillar las vacaciones largas,  con una sensación de oye que me quiten lo bailao.

...

Ains quien me diría que solo 4 días después de volver estaría en el hospital...las vueltas que da la vida 




lunes, 18 de diciembre de 2023

Oporto: la última escapada del año con Waynabox

Pues la historia de este viaje comenzó el pasado día de Reyes, Irene que no sabe que regalarme y qué mejor regalo pensó que un viaje sorpresa a un destino por Europa de tres días, al que no sabrás el destino hasta dos días antes de la salida.

Así a primeras pues cualquiera pensará joder que regalazo, pero los que viajamos habitualmente vemos ciertas lagunas en todo este invento, como las siguientes:

- Sacas un viaje de tres días, pero cualquier puente del año, ya tiene un incremento mínimo el viaje de 150€
- Si te vas un finde, alargando con viernes o lunes, el incremento es en la mayoría de casos de 100€.
- El viaje es por Europa, pero incluye Tánger, Rabat, Marrakech, que aunque cercanos no son de Europa y también Reunido Unido por lo que tienes que tener el pasaporte en regla, no vaya a ser que te toque viajar allí y no puedas por el pasaporte.
- Los destinos de la fecha que elijas no los eliges tú, te ofrecen un abanico de destinos, que curiosamente coincide con los destinos más baratos que te aparecen para esa fecha en un buscador de vuelos como Skyscanner.
Al final, por unas cosas y otras, decidimos irnos solo un fin de semana, porque viendo cómo funciona Waynabox no quería seguir pagando de más por algo que no tiene ese valor, porque al final lo único excepcional es la sorpresa.
Las opciones, que nos salían para este finde 16-17 de diciembre eran:

BERLÍN, PARÍS, DUBLÍN,,BRUSELAS, ÁMSTERDAM, OPORTO, ROMA, BOLONIA, NIZA,BUDAPEST, VIENA y NÁPOLES
Mas Lisboa, Londres y Tánger, que eliminamos, la primera porque es la única ciudad europea que conocía Irene y Londres y Tánger por el tema del pasaporte. Por quitar opciones de más, también te cobran, por lo que al final aunque fuéramos un día menos, los 300€ pagados se esfuman. Y claro como te pueden meter en compañías de bajo coste, si quieres facturar maleta hay un sobrecoste, si quieres que os toque asiento juntos otro..
Una rápida búsqueda por Skyscanner aquel día septiembre que formalizamos la compra, ya me hizo ver que el destino sería bien Oporto o bien Dublín, porque eran los destinos más baratos. En ese momento Madrid Oporto, nos hubiera salido a menos de 50€ por persona ida y vuelta, por lo que mi apuesta era clara, pero siempre tenía la ilusión de equivocarme. Y nunca valoré que pudieran ser otras opciones porque la agencia está para ganar dinero y otros destinos la ganancia para waynabox ya hubiera sido nula porque el total del vuelo para los dos ya hubiera superado los 200€ y si a eso, les sumas un hotel decente, no van a montar todo esto para ganar 20€..
Y llegó el jueves anterior al viaje y sorpresa el viaje es: OPORTO jajajajajaja.

Si el problema es mío por mirar.
El caso que tocó Oporto y había que disfrutarlo al máximo, al menos los horarios de los vuelos daban pie a ello, porque llegabas a destino pasado las 9:30 y la vuelta por la noche ya, llegando a Madrid pasada la media noche.

Ha sido la tercera vez en Oporto, una ciudad encantadora con muchos rincones que visitar, como ya conté hace años en este post:

El hotel elegido por waynabox, no era un hotelazo pero cumplía las expectativas, estando muy bien ubicado.
Hubo tiempo para un FreeTour el sábado aún, al mismo llegar. Comimos comida tradicional portuguesa como el bacalao, las francesinhs o un arroz con marisco en el pueblo pesquero de Matosinhos, buscando los lugares que nos recomendó nuestro guía Cassio, que aunque no fue el mejor FreeTour que hemos hecho, ni por el idioma, con su Portuñon (ese español con palabras y acento portugués), ni como transmitía los lugares que visitamos, pero debemos reconocer que el tío se lo curro con una guía de sitios donde comer que nos envió a nuestro correo.





Paseamos por el famoso puente, la localidad aledaña de Gaia donde están las bodegas y unas curiosas tiendas de latas de sardinas, los jardines del palacio de cristal, la desembocadura del Duero, montamos en tranvía aunque ya cada vez hay menos, subimos a la  Torre de los Clérigos y entramos en la Iglesia del Carmen, con su visita a la azotea y a la casa escondida.  




En fin, unas horas muy bien aprovechadas, paseando de un lado a otro de una ciudad que siempre merece la pena visitar.