jueves, 18 de julio de 2019

Los 18 en Ibiza


 
 
Como regalo de 18 cumpleaños de mi sobrino Carlos y siguiendo la tradición que ya comencé con su hermana, el verano del año en el que cumplen 18 años me voy de viaje con ellos. La verdad que muchos pensaran "vaya regalazo", pero sin ninguna duda el regalo es para mí por vivir unos días inolvidables con mi sobrino.

El destino nos trajo a Ibiza y descubrimos un paraíso más de nuestro país.
 
 
Nunca había visto un agua tan preciosa, ese color paradisíaco hace que las calas de Ibiza sean mágicas, visitamos tantas...Cala D'hort, Cala Bassa, Cala Conta, Cala Tarida.. todas tan bonitas.
 

En cada playa, siempre había momento para todo, contemplar las "vistas", fotos, llegar hasta la bolla, comprobar lo profundo que estaba el suelo, correr para ver quién llegaba el primero aquí o allí, para saltar, para divertirnos, para vivir, para llenar nuestra vida de momentos que espero queden en mi recuerdo y en el de mi sobrino.
 

Y las puestas de sol, de entre todas ellas sin duda la de cala Benirras, de las mejores que he visto en mi vida, que bonito es Ibiza.
 

Un día nos fuimos a Formentera, allí nos alquilamos una bici y de aquí para allá pedaleando. Si increíbles eran las playas de Ibiza, no sé si alguna vez veré algo igual a Cala Saona. 
 

Como no, en Ibiza había que salir de marcha, elegimos ir a Amnesia a una fiesta de la espuma, como nos pudimos reír ese día.
 

La isla es preciosa, Dalt Villa, su muralla, las casitas blancas, el puerto, las montañitas, comer los bocadillos de San Gertrudis, la paella del Carmen en Cala D'Hort, recibiendo visitas y visitando a amistades que la vida te va regalando y entre todos los lugares uno, las vistas del Es Vedra. Cuántas cosas, cuántos momentos. 
 

Unos días mágicos, celebrando los 18 en Ibiza de mi sobrino. El mejor de los regalos.
 
 

domingo, 7 de julio de 2019

Resumen de mi temporada deportiva

Con el Triatlón de Bola de Mundo de este fin de semana, doy por terminada mi temporada 2018-19. Ahora a desconectar unos días, viajar, conocer nuevos lugares y volver con las pilas renovadas para afrontar los nuevos retos de la mejor manera posible.


Ha sido un año extraño, desde que comencé en esto del correr por el año 2012, esta ha sido la primera temporada sin conseguir ninguna MMP en las distancias típicas de 10K, media y maratón, podría pensar que ya alcancé mi techo, pero sé que no es así porque aún tengo margen de mejora, solo que este año por diversos factores no se han dado las cosas como me hubieran gustado en ciertas carreras.

Aunque sin MMPs, sí que he tenido la suerte de subir al pódium en varias ocasiones y eso son momentos inolvidables que nunca pensé que fueran a llegar. 


El año pasado por estas fechas no sabía si volvería a correr tras detectarme un problema en la formación de mi cadera con el fémur, por lo que no solo seguir corriendo, sino hacerlo a buen nivel sin apenas dolores, a base de cambiar la rutina de entrenamiento y darle mucha más importancia a fortalecer, para mí ha sido la mejor de las victorias. 

Pero la temporada ha tenido momentos malos, sobre todo a comienzos del mes de Noviembre, cuando en la recta final de la preparación del Maratón de Valencia, en el trabajo me dicen que tengo que viajar a Riyadh, que sumado a un problema familiar me hizo descentrarme y cuando la cabeza no está en su sitio… pues en un entrenamiento sentí un latigazo en el isquio izquierdo, que me dejó mermado el último mes antes del maratón.

Llegó Valencia y aunque quise salir al ritmo que había entrenado hasta antes de las molestias, esperando un milagro, tuve que bajar el ritmo por miedo a romperme desde el km 10, pensé en retirarme, pero yendo más suave no sentía dolor y conseguí acabar un maratón dignamente, disfrutarlo muchísimo y sobre todo sentir una sed de revancha como nunca antes.

En Abril llegaría mi momento más feliz, acabando mi quinto maratón de Madrid, con el mejor tiempo que había logrado nunca.


En total han sido 34 competiciones, diez miles, medias, dos maratones, algún trail, pruebas ciclistas como la maravillosa ruta de los Lagos de Covadonga y acabando la temporada con varios triatlones.

En el triatlón de Guada, tuve que retirarme por un corte de digestión, madre mía que mal lo pasé, menos mal que pude resarcirme unas semanas pasadas después en el Tri de Pareja, consiguiendo mi mejor tiempo en la distancia olímpica.


Sin duda esta temporada, tiene un día que marca un antes y un después, con la decisión de dejar el Club Atletismo Villanueva, una decisión difícil, que no estaba en mis planes, de hecho ya hay varias carreras de la temporada que viene que estoy inscrito como villano, pero la vida tiene estas cosas y aprovecharé este cambio para dar un impulso a un mayor si cabe a los retos marcados para la temporada que viene.

Nos vemos en unas semanas. Feliz verano!!!