martes, 19 de abril de 2022

Semana Santa por Galicia

Que ganas tenía de estas vacaciones de Semana Santa, ha sido un invierno muy largo y necesitaba estas vacaciones para intentar desconectar de la rutina.

Tras pasar unos días primero con mi padre en Murcia, luego tocaba poner rumbo a Galicia, esta vez por la zona de la Coruña que no conocía y como siempre ha cumplido totalmente a las expectativas.



Nos encontramos una Coruña con mucha vida, con mucha luz, porque los días de sol acompañaron y con muchos puntos que visitar. Llegamos super pronto porque viajamos en avión y a primera hora de la mañana del jueves ya estamos en el centro de A Coruña, en la zona del Obelisco, las callejuelas típicas de bares, con las playas a un lado y el puerto al otro.
El primer día fuimos hacía la Torre de Hércules, el faro más antiguo en funcionamiento del mundo y símbolo de la ciudad y comimos por la zona de bares, un poco de marisco y de carne, no sabíamos que era ni la zorza, ni el raxo, todo riquísimo.



Por la tarde, teníamos un free tour por la ciudad, conociendo el puerto, con sus edificios decorados todos con hermosas cristaleras y nos adentramos en la majestuosa plaza de María Pita, la heroína de la ciudad, donde se encuentra el ayuntamiento. El tour continuó por el casco antiguo de la ciudad, que en su momento estaba amurallada, terminando finalmente en el paseo marítimo.

El segundo día tocó visitar la ciudad hacia el otro lado, el paseo hacia la playa de Riazor y continuar hasta el monte San Pedro, donde se tienen unas vistas preciosas de la ciudad.







Y ya por la tarde, recorriendo de un lado a otro las callejuelas de la ciudad, el puerto, el castillo de San Antón, la verdad nos sorprendió mucho la vida que tenía la ciudad, la gran cantidad de gente paseando por el paseo marítimo, las calles de los bares o en cualquier terraza.



El sábado y el domingo teníamos un coche de alquiler, el primer día lo usamos para conocer la playa de las Catedrales, que aunque ya en la provincia de Lugo, siempre se me había escapado la visita cuando había estado por Asturias y ya tocaba.


La verdad es que es una auténtica pasada las formas de las rocas en la playa, pero como era de esperar y a pesar de tener que reservar para tener autorización a visitar la playa, el número de visitantes era muy elevado.




La playa de las catedrales, se tiene que visitar mientras la marea está en bajamar porque eso te permite pasear entre sus monumentos naturales, pero claro aún baja llega un momento que empieza a subir y por el sitio que antes había pasado ya no eres capaz de hacerlo y la peregrinación de turistas se empezó a convertir en una escena se supervivencia en el que cada uno intentaba avanzar hacia la salida de la mejor manera posible, ya con zapatillas en mano y los pantalones arremangados, toda una experiencia.



Ya que estábamos por esa zona, conocimos el pueblo de Ribadeo, en la desembocadura del río Eo, donde no sabes dónde acaba el río y comienza el mar.


El último día, finalmente decidimos ir a Santiago, aunque yo lo conocía, Irene no y al estar cerquita es una visita obligada que nunca defrauda. Había una gran cantidad de peregrinos y turistas, llenando las calles de la ciudad del apóstol.



Poniendo el broche a cuatro días por tierras gallegas, donde hemos visto muchas cosas chulas, hemos comido de maravilla y sobre todo hemos desconectado que falta hacia.
Ya queda menos para el verano, a por el último achuchón.