martes, 21 de agosto de 2018

Apurando las Vacaciones: Asturias



Para acabar las vacaciones de verano de este 2018, que mejor forma que unos días por Asturias, haciendo deporte, turismo, naturaleza, comer bien y también beber.

Oviedo

Aunque ya conocía esta ciudad de hace años, ahora la he podido visitar con más calma, pequeña, pero con mucho encanto, paseando entre sus plazas, fotografiándome con su multitud de estatuas, Mafalda, Woody Allen, la culona, la gorda. Visitar la catedral, comer un buen cachopo y beber sidra en la calle Gascona.


Con el Tour de la Regenta, que por solo 4€ te recorría todo el casco antigua de la ciudad, conocí un poco más de la historia de Asturias, la verdad sobre la batalla de Pelayo, la Abeja Maya, Letizia, el robo de las reliquias de la Catedral, el Asturias Patria Querida y un sinfín de anécdotas que a medio camino entre la realidad y la leyenda te muestran un Oviedo apasionante. 



El Descenso del Sella

Este año se nota que ha llovido de lo lindo y el Sella bajaba con mayor caudal que la vez anterior que realice esta actividad, además como este fin de semana coincidía con un festival en Arriondas, era increíble la cantidad de piraguas que nos adentrábamos en las agua remando con mayor o menos destreza hacía Ribadesella.
 



Covadonga y sus lagos

He necesitado tres visitas a Asturias para conocer al final los lagos de Covadonga, las veces anteriores a pesar de subir y estas a escasos metros de los lagos, por culpa de la niebla no fui capaz de contemplar su belleza.
 
 
Si bien, me dejó bastante mejor sabor de boca aquellas visitas que el circo que he visto esta vez, me cuesta tanto disfrutar de este regalo de la Naturaleza, cuando esta atestado de gente y es que menudo negocio hay montado en torno a los lagos, no veo mal que corten el tráfico y solo permitan subir a los autobuses, ya me parece más discutible los 9€ por persona que cuesta la ida y la vuelta, pero el problema no es ese, sino que no dejan de subir y bajar autobuses durante todo el día, plagaditos de turistas como yo, que convertían ese paraíso de montaña, vistas y agua, en algo más parecido a la calle “el coño” de Benidorm.


En fin, será que pienso en montaña e imagino, paz, silencio, tranquilidad.

Sin ninguna duda y a pesar de la cantidad de gente, merece la pena visitar los lagos y detener a mitad camino a visitar a la Santina, su cueva, Pelayo y el Santuario.

Ruta del Cares

Aquí si que disfruté como un verdadero enano, realizando los 11 km que separan Poncebos con Cain, haciéndome fotos cada nada, disfrutando de esas vistas, de la “Garganta Divina”, sobre el rio Cares, en una ruta esculpida en la roca que atraviesa cuevas, puentes, con unas vistas vertiginosas del desfiladero.
 
Como no tuve bastante, al llegar a Cain, me apreté mis zapatillas, comí el plátano y el agua que llevaba y volví corriendo hasta mi inicio, entre los ánimos de muchos senderistas, que me pusieron una sonrisa en el rostro que ya necesitaba, tras unos meses sin poder entrenar o con muy malas sensaciones cuando lo hacía. El golpe de autoestima que necesitaba ahora que arranca la temporada.


 

Los Pueblos: Cangas, Llanes, Ribadesella.

Cuando solo estas cinco días en una zona con tantas cosas que hacer y visitar tienes que aprovechar el tiempo y sacrificar algunas cosas por hacer otras, pero han cundido de lo lindo, pasando las tardes noche siempre en algún pueblecito.

En Cangas, paseando por sus calles, fotografiando su maravilloso puente, desde arriba, desde abajo, junto al rio.



En Llanes, conociendo el mirador junto a la pequeña playa del Sablón con unas vistas increíbles de la población por un lado y de la inmensidad del mar por el otro. El puerto, los cubos de colores.


Y en Ribadesella, comprobando lo fría que esta el agua por estos lares, paseando por fabuloso camino que asciende hacia la ermita.

 
Y en todos los sitios, buena comida, probando alguna cosa que no había probado, disfrutando de esa cualidad de esta zona de nuestro país, que me hace regresar a casa seguro con más peso que con el que vine a pesar de todo el ejercicio que he hecho, Asturias para la comida es diferente. Y para muchas cosas más también.