martes, 29 de marzo de 2022

Recorriendo nuestra vecina provincia de Soria


Llevaba ya tiempo queriendo pasear por la provincia de Soria, limítrofe con nuestra Guadalajara, pero por unas cosas u otras la visita se ha ido retrasando hasta ahora. Es imposible en solo un par de días conocer una provincia entera, pero puedo decir que en esta primera inclusión por tierras sorianas, la sensación ha sido que Soria tiene mucho que visitar, al igual que le pasa a nuestra provincia de Guadalajara, tiene auténticos tesoros que bien merece una visita, aquí mi resumen de esta pequeña escapada.

Soria

La capital, es una ciudad pequeñita, con muchas cuestas, posiblemente aquí una media maratón sea aún más dura que la de Guadalajara. Su centro histórico es bonito, desde el parque de Alameda, paseando por la Calle Collado, sus tiendas y bares, el precioso Circulo Amistad de Numancia,  atravesar diferentes plazas hasta llegar a la Plaza Mayor, o dirigirte hasta el impresionante Palacio de los Condes de Gómara.


Desde allí, continuar hacía río Duero, cruzar el Puente de Piedra Medieval y conocer el Monasterio de San Juan de Duero, con sus preciosas columnas del claustro.



Continuando el paseo del río hacia la dirección contraria, atravesando el Monasterio de San Polo, el puente de hierro del ferrocarril que unía antiguamente la capital soriana con Calatayud; hasta llegar a la Ermita de San Saturio, construida sobre la piedra, en una visita imprescindible.


A pesar de sus cuestas, también quise conocer Soria con las zapatillas puestas, mientras hacia mi rodaje de Domingo, sin duda la senda del río es el lugar donde se respira mayor paz, entre el ruido del cauce y los álamos, pero también subiendo y bajando por las sendas del Parque de Castillo o alcanzar el estadio de los Pajaritos del Numancia.

Laguna Negra. 

También la bici tuvo lugar en esta visita, con una preciosa etapa, atravesando pueblos muy bonitos como Abejar, Molino de Duero, Playa Pita, y el embalse de la Cuerda del Pozo o Vinuesa. Y así pedaleando y pedaleando, entre maravillosos bosques, hasta llegar a la Laguna Negra, un verdadero regalo de la Naturaleza.





Cañón del Rio Lobo

Siguiendo con los monumentos de la Naturaleza que tiene la provincia de Soria no podía pasar por alto, el impresionante Cañón de Rio Lobos, donde el agua ha ido creando un lugar único, protegido por el vuelo de sus buitres leonados.


 
La Fuentona

Otro lugar que me hizo desconectar de todo lo que no es importante, mientras conectas contigo mismo y la Naturaleza que te rodea, en una dulce paseo, rio arriba, de aguas clara, hasta alcanza este estanque natural, considerado Monumento Natural.




Calatañador

Entre unas y otras visitas paisajísticas, pude adentrarme en alguna población encantadora, en ellas, destaco, esta Calatañador, muy cercana a La Fuentona, un pueblo muy pequeñito, de calles empedradas, donde parece que el tiempo se ha detenido. Y un castillo que aunque medio destruido bien merece la pena llegar a todo lo alto y contemplar las vistas desde allí.




Berlanga del Duero

Siguiendo mi particular ruta de castillos, no podía olvidarme del situado en Berlanga del Duero, una impresionante visita, por el buen estado en el que se encuentra el castillo que comienza en el Palacio de los Marqueses de Berlanga, ascendiendo al castillo, mientras observas los restos de la muralla. Lástima que la torre de la Colegiata de Santa María del Mercado estuviera en obras y desluciera cualquier foto desde el centro de Berlanga..



El Burgo de Osma

Dejo para el final esta localidad, que realmente me impresionó de una manera increíble, por la cantidad de patrimonio que encontré en cada paso que daba. Llegué a la Plaza Mayor, por uno de sus laterales y ya encontrarme con esa plaza, me llamó mucho la atención, con el Ayuntamiento a un lado el Antiguo Hospital de San Agustín al otro y los preciosos balcones en los otros dos lados de la Plaza. Comienzas a pasear por Calle Mayor y parece que te has trasladado a Alcalá de Henares, por los soportales de su calle, si bien solo en uno de los lados.


Y cuando llegas al final de la calle Mayor, te encuentras con la fabulosa Catedral de la Asunción de El Burgo de Osma, sinceramente no me esperaba encontrar algo así aquí. 


Y para continuar con la visita, un paseo junto al rio para contemplar el Castillo de Osma, coronando el horizonte.

Se que me habré dejado muchos rincones fabulosos de la provincia de Soria, pero retorno a casa con una sensación de haber aprovechado el tiempo, de haber desconectado un poco de mi día a día, haberme encontrado conmigo mismo, mientras recorría paisajes maravillosos y localidades con mucho encanto que no me importaría volver a visitar pronto.

Hasta pronto Soria.



sábado, 19 de marzo de 2022

Primavera que no llega


Ha sido un invierno largo, no ha habido otra Filomena, pero a cambio ha venido Celia trayendo arena del desierto, tiñendo el cielo de rojo y poniendo todo patas arriba. Sin salir de la pandemia y sus mascarillas,  hemos visto como comenzaba una guerra en nuestro continente. Y mientras la luz y la gasolina se ponían a unos precios desorbitados y el run run de los problemas de abastecimiento de productos esenciales vuelve a sonar en nuestro día a día. 

No pintan nada bien las cosas.  Si bien hay que pensar recordar en todas esas cosas buenas que también ha tenido este invierno en donde hemos pasado grandes días en familia:

Celebrando mi 38 cumpleaños...


En el cumple de Miriam, madre mia ya 26 años.


De teatro por Madrid, para echarnos unas risas.


Dando saltos en Getafe, en un sitio fantástico tanto para niños como para los que ya no lo somos tanto, muy recomendable ir a Pokkido.



Con los 82 años de mi madre y los 81 de mi padre.



Y sobre todo visitando la población de Tembleque, donde vivieron mis padres tras casarse, paseando por lo que queda de su casa cerca de la estación de tren, donde mi padre trabajaba.





La verdad, que el Covid y la caída de mi padre, nos ha enseñado que tenemos que disfrutar al máximo con ellos.

Además de los planes familiares, pasé un fabuloso fin de semana en El Escorial, donde nos hicimos miles de fotos, en su palacio, comimos de maravilla y también pudimos conocer el Valle de los Caídos.






Y por supuesto han habido muchas carreras, entrenamientos y grandes momentos con mi Club de Atletismo.






La verdad no ha sido mi mejor invierno, por unas cosas u otras, pero como siempre digo hay que quedarse con las cosas buenas y la verdad han habido muchos momentos que recordar.