miércoles, 8 de mayo de 2013

Ancha es Castilla: Escapada por tierras Vallisoletanas

Este puente de Mayo tocaba ver una de las capitales que tenía pendiente; Valladolid y de paso visitar algunos pueblos de sus alrededores, asi que el 2 de Mayo, con un sol increible cogimos el coche y nos dirigimos para alla, para conocer la ribera del Duero, sus vinos, sus pueblos y cargar las pilas para aguantar en el trabajo hasta el verano.

La primera parada fue Aranda de Duero (aún de Burgos), donde pudimos visitar su plaza central, subir por la calle de la Miel y visitar la Iglesia Santa Maria de la Real, con su espectacular portico y terminar dando una vuelta a orillas del rio Bañuelos, terminando en el Puente Románico. Si vienes por aquí dicen que Lechazo Asado y las morcillas son espectaculares, nosotros dado que todavia era pronto, solo nos tomamos un pinchito en el bar que hacía esquina junto a la plaza de la iglesia.



La siguiente visita se trataba de Peñafiel, dominado por un precioso castillo en forma de barco, para aprovechar al máximo la cima de la montaña, el castillo es visita obligada, sobre todo porque desde el puedes ver unas vistas impresionantes de la población, a destacar la plaza del Coso, la Torre del Reloj y el Convento de San Pablo. Al margen del Castillo si por algo se caracteriza Peñafiel es por las bodegas de Protos, uno de los mayores exponentes del vino ribera de Duero, la visita a las bodegas merece la pena, porque son enormes y se abren espacio en el interior de la ladera de la montaña coronada por el castillo.


Al día siguiente seguimos la ruta de visitas de pueblos con Tordesillas, donde se firmó el famoso tratado que lleva su nombre y donde sinceramente me encantó el puente sobre el río Duero. Y continuamos con Toro, ya en la provincia de Zamora, donde la Colegiata de Santa Marìa de la Mayor es realmente impresionante, tanto por fuera como podeis ver en la foto, como en su interior.

Y para terminar Valladolid, nos hospedamos en el Hotel Feria,un hotel pequeñito, pero muy bien ubicado y la calidad precio excelente. Valladolid sinceramente me sorprendió para bien, esta claro, que no tiene quizás tanto patrimonio como Salamanca, ni un momumento tan emblemático como lo puede tener Segovia con su acueducto, pero en su conjunto, me parece una ciudad muy bonita, con una plaza mayor realmente hermosa, la zona de la catedral, la fachada de la Iglesia San Pablo, los jardines de Campo Grande y el río Pisuerga.



 En definitiva un viaje bien aprovechado, donde no falto buena comida, buenas tapas y un tiempo magnifico para hacer turismo y disfrutar de Valladolid a lo grande.