jueves, 23 de septiembre de 2021

Rumbo a Berlin

El próximo domingo 26 de septiembre disputaré mi primer maratón fuera de nuestras fronteras y no cualquier maratón, estaré recorriendo los 42195m del recorrido donde hasta la fecha se ha registrado el récord del mundo en la distancia, en Berlín. Mi primer Major.

Cuando me inscribí en este maratón, por noviembre del 2019, en la recta final de mi preparación para Valencia, donde baje por primera vez de las 3h. En aquella época nadie podía imaginar todo lo que hemos vivido con el maldito Covid.

Ha sido una larga espera, sin tener siquiera la certeza cuando comencé a entrenarla si se disputaría o no, tras los retrasos en la fecha y la cancelación en el 2020.

La preparación ha sido la más dura que he hecho nunca, han sido 4 meses muy exigentes, porque preparar un maratón en verano, con tanto calor y sumar la humedad en aquellos días que estuve en la playa se hacía muy difícil trabajar en ritmos altos, por lo que me guíe más por pulsaciones.


Y es que compatibilizar un entrenamiento exigente, con el verano, vacaciones, viajes, es complicado, cualquiera lo diría pero es más cómodo un plan así en mitad de la rutina.


Sin competiciones, han sido unos meses de solo entrenar sin saber realmente como estaba. Cualquier otra maratón tenía mis carreras que me servían para foguearme, disfrutar de competir y eran momentos que me servían para seguir adelante más fácilmente, ahora nada de nada y casi la totalidad de los entrenamientos en soledad.


El tendón de Aquiles de ambas piernas, me ha dado mucho la lata, pocos han sido los entrenamientos sin dolor en los primeros kilómetros, luego ese dolor desaparecía y bien se quedaba como molestia o no hacía acto de presencia, pero cada inicio era un suplicio mental que me hacía preguntarme muchas veces que estaba haciendo, entre el calor y el dolor.


En Noviembre me dijeron que me tendrían que operar de los Aquiles y he ido esquivando la operación, a base de reposo, correr días alternos, fortalecer mucho, hasta llegar a este plan del maratón donde he entrenado fuerte, corriendo 6 días en semana y acumulando más kilómetros que nunca. Pero sinceramente ha sido una auténtica batalla interna la mayor parte de los días, que solo cuando cruce la meta en la puerta de Brademburgo podré decir si mereció la pena, mi convencimiento o cabezonería opinan que sí.


Me gustaría volver a bajar de 3h, sería como demostrarme que tras el intervalo del Covid estoy en el mismo punto que antes, es mi manera particular de vencer está pandemia, no será fácil pero lo quiero intentar, los entrenamientos se han hecho y la ilusión está intacta.


Pero las últimas semanas, para hacer el más difícil todavía, una desafortunada caída de mi padre y posterior operación de cadera, nos ha hecho pasar muchas horas en el hospital, descansar regular y sobre todo, tener en la cabeza cosas más importantes y serías que todo esto del Maratón, marcas, entrenamientos y demás.

Después de todo, llega el momento de la verdad, ahora solo toca disfrutar de la experiencia, que sin duda será inolvidable, porque voy a correr uno de los maratones que cualquier maratoniano le gustaría correr.

Este ha sido mi camino hasta Berlín, mi meta ya solo está a 42km de alcanzarse.

Vamos a por ello!!!!