domingo, 8 de diciembre de 2019

Visitando la ciudad eterna






La última escapada del año me ha llevado a Roma con mi amigo Edu. Tras un intenso año de viajes, había que poner la guinda con unos días fantásticos en la ciudad eterna.


Tras el madrugón, nos plantamos en Roma a primera hora de la mañana, lo que nos permitió dar una buena vuelta antes de comer, por la plaza de España, sus escalinatas donde no nos dejan ahora sentarnos, la Fontana de Trevi, sigue tan preciosa cómo la de dejé hace ya más de 11 años, pasé de tirar monedas que cada vez creo menos en ese tipo de supersticiones y desde allí a la plaza de Venecia, subiendo a lo alto del monumento de Victorio Emanuel y contemplar unas vistas impresionantes de todo el Foro Romano, con el Coliseo al fondo.


Por la tarde más fotos por los alrededores de la antigua ciudad romana, con el pose de las gaviotas, para después adentrarnos por el Panteón, la Plaza Navona y llegar a orillas del Tiber y contemplar la belleza del castillo de San Angelo y el Vaticano al fondo. Que preciosidad de Ciudad. 
 

Por la noche pusimos rumbo al Coliseo, la verdad es que a diferencia de otras ciudades, Roma tiene todo bastante cerca y alojándote por la zona de la estación de Termini tienes todo en la palma de tu mano. Un primer día maravilloso en que tuvimos una primera toma de contacto de todos los puntos de interés de la ciudad.


El segundo día, teníamos contratado un tour para conocer el Coliseo, el Foro Romano y el monte Palatino. El Coliseo por dentro los que lo habéis visto sabréis que deja mucho que desear, pero conocer su historia, me pareció fascinante, sus puertas, por dónde entraban los gladiadores, dónde entrenaban, el motivo de su construcción. De allí paseamos por el foro romano, la historia de Julio César, Rómulo y Remo, y las vistas desde el monte Palatino. 


Por la tarde teníamos un free tour para descubrir Roma de noche, pero nuestro guía nos dió plantón, vaya seriedad..al día siguiente me contó una milonga de una detención un poco sorprendente, en fin. Aprovechamos entonces para pasear hasta el Vaticano y ver toda la plaza de San Pedro casi sin gente y cenar por el Trastevere, uno de los barrios más famosos de la ciudad.
 

El tercer día tocaba el Vaticano, sus museos, la capilla Sistina, la cantidad y cantidad de riquezas y grandeza de la iglesia, sigo sin comprender tal exaltación..También subimos a la cúpula, vaya vistas y que vértigo, vaya panzada a subir escaleras nos pegamos que sólo unos días después del maratón las piernas lo notaron pero bien jejejeje. 


Por la tarde la villa Borguese y una maravillosa puesta de sol sobre la Plaza del Poppolo, realmente hermosa con el Vaticano al fondo.


Al ser nuestra última noche queríamos pasar de nuevo por dos puntos emblemáticos de la ciudad, el Coliseo, que nos encontramos teñido de rojo y la Fontana de Trevi.


Ya el cuarto y último día, mi tradicional entrenamiento con el que unir dos de mis pasiones el turismo y el deporte. Con inicio y fin en Termini gran ruta pasando por los puntos más bonitos de la ciudad en un circuito de 12km fabuloso, pasando por la plaza de Venecia, Fontana de Trevi, plaza España (subida escaleras incluida), plaza de Popolo, Vía Corso, Plaza Navona, Castillo de San Angelo, Vaticano, Foro Romano y el Coliseo. Mis primeros kilómetros tras el maratón, disfrutando de lo lindo. https://www.strava.com/activities/2916426932

Aún tuvimos tiempo antes de irnos de visitar una de las catacumbas cristianas que hay en Roma y así pusimos el colofón a un puente de diciembre en la ciudad eterna. Ya se acaban los viajes del 2019, en nada comenzamos a pensar en los del 2020.

martes, 3 de diciembre de 2019

Cómo bajar de tres horas en maratón

 
 
Detrás de un reto personal como éste, la verdad es que no hay milagros, ni una fórmula secreta que te permita conseguir fácilmente tu objetivo.

Lo único que puedes hacer es trabajar, ser constante, y tener la suerte durante los cuatro meses que dura su preparación para no tener ningún contratiempo que  haga que todo se vaya al traste.

He sufrido mucho en los maratones y este lo he disfrutado como ninguno, se lo que es arrastrarse o acabar y tener que ser atendido en meta, que los médicos te digan que deberías dejar de correr,  o como el año pasado en Valencia que los problemas familiares y laborales me dejaran tocado el isquio y no pudiera más que pasearme por el recorrido. El maratón me la debía y me ha regalado el día más feliz desde que comencé a correr hace ya algo más de 7 años. Mi octavo maratón y la primera vez que rompo la barrera de las tres horas.



Pero qué ha pasado esta vez para conseguirlo. Pues son muchas cosas, este verano le pedí a mi hermano un entrenamiento exigente, tener a un entrenador nacional de atletismo en casa, que te pueda orientar tanto y sepa preparar un planning que se adapte tanto a mí es una suerte y gran parte de mí éxito es suyo. Pero como siempre me dice, luego el entrenamiento hay que hacerlo y he sido más estricto que nunca. 


Puedo asegurar que mi plan de 16 semanas para bajar de 3h funciona, pero la clave no es tener el plan, la clave es tener la fortaleza mortal para llevarlo a cabo. Me gusta mucho la imagen del éxito del iceberg, la gente siempre ve tus logros, los días que haces podiums, haces marca, alcanzas tus metas. pero detrás de esto hay mucho trabajo, muchos días de dudas, sacrificios, dolores, ...pero puedo asegurar que solo por vivir lo que he vivido, todo ha merecido la pena.


Otras de las claves ha sido ser más regular en mis visitas a mí fisio Mamen. Cada cuatro semanas ahí estaba para que descargara mis piernas, con sus manos las molestias desaparecían.

Sin ninguna duda, cambiar de club, me dió la liberación que necesitaba para pensar simplemente en correr. Y además compartir tantos entrenamientos con Ángel,  con un objetivo común nos ayudó a ambos. Él también sub3h. 



La preparación no se me hizo larga, me ayudó mucho conseguir varios podiums, buenas marcas, mmp en 10k y sobre todo las sensaciones eran que está vez no se me iba a escapar.
 

Y el día del maratón, todo salió como quería, fui clavando todos los kilómetros entre 4:05-4:10, los bloques que manejaba en mi cabeza de 6k siempre por debajo de 25min. Pasando la media en menos de 1h27:30, muy concentrado en beber y comer cuando tocaba. Y así hasta el 36k, ni hubo muro, ni vino el del mazo. Pero entonces pensé que en ese momento aún yendo a 5min/km iba a bajar de tres horas, ese pensamiento me dió mucha tranquilidad pero creo que hizo que no me exprimiera al final y que simplemente fuera disfrutando lo que estaba viviendo, los últimos metros fueron inolvidables, alcanzado los brazos, emocionado, feliz. 
 

Agradecer a mis amigos, los zizurkil Runners; Buitre, Gas, David, Tavi, Isma, Pedro (que no pudo venir a correr, pero estuvo entre nosotros muy presente) y José, mi dorsal era su fecha de nacimiento, nunca lo olvidaré 2511. A mi familia, que me dan la estabilidad que necesito. A mis compañeros de mi club, me he emocionado al ver el seguimiento que han hecho en directo de nuestro maratón, impresionante. Y también a todos aquellos amigos que me han dado fuerzas y me han mandado mensaje o me han llamado estos días. Muchas gracias a todos!!!
 
 
Reto conseguido y ahora a descansar, disfrutar, asimilar lo que he hecho en Valencia y empezar a preparar nuevos retos porque las ilusiones ya se están empezando a reciclar.

PD. Por cierto acabar un maratón y bañarse en la playa a 1 de diciembre, no tiene precio.