martes, 4 de febrero de 2014

Bilbao y sus rincones.



  
Recuerdo la primera vez que visité Bilbao, la gente me decía que era una ciudad gris e incluso fea y quizás ese comentario hizo que me sorprendiera cuando la visité, porque todo lo contrario, me pareció una ciudad increíble, llena de encanto, con una ría que la da una vida espectacular y una serie de rincones que me parecen magníficos.

Este fin de semana, aprovechando que mi hermano esta trabajando aquí, estuvimos toda la familia a pasar unos días, fuimos al mismo hotel donde me había hospedado años atrás, el Hotel Bilbi, uno de los hoteles más baratos desde Booking, pero con unas habitaciones confortables y sobre todo muy bien ubicado.

Así que una vez dejadas las maletas, comimos y recorrimos el Casco Viejo, esas calles estrechas, la catedral, la plaza de las siete calles, los balcones, una zona preciosa, que me encanta pasear. Salimos al paseo junto a la ría, a un lado el teatro Arriaga, al otro, la iglesia de San Nicolas, el Ayuntamiento y un largo paseo entre puentes, como el escurridizo de Calatrava, o casi junto al Guggenheim que emula el gran puente de san francisco, que bien merece la pena subir en su ascensor por el lado pegado al museo, para coger unas fotos con una panorámica preciosa.

Lo bueno de Bilbao es que se trata de una ciudad que se puede patear fácilmente, todo el centro esta aún radio no mayor de dos kilómetros y si te cansas hay un tranvía magnifico que sigue paralelo el curso de la ría.

Esta visita, no podía irme sin visitar el nuevo San Mames y sinceramente esta quedando precioso.
Sin ninguna duda, mi rincón favorito de Bilbao es su mirador de Artxanda subir en el funicular y contemplar desde arriba toda la ciudad es para mí una panorámica increíble, que no todas las ciudades lo tienen, lástima que nos lloviera y no pudiéramos disfrutarlo al máximo.

De esta segunda visita, me ha sorprendido la plaza de la Alhóndiga , que reúne una oferta cultural y deportiva en un centro de ocio, techado, sostenido con unas columnas preciosas, que una tarde de sábado, estaba completamente lleno y que me hizo ver que cultura y ocio, puede estar de moda en una ciudad moderna como Bilbao, sin ninguna duda, ese pasillo, en el que el techo ves como la gente esta nadando en la piscina climatizada, me parece único.

Pasear por la Gran Via, sus tiendas su gentes, la verdad un sinfín de lugares, que ha refirmado la imagen que tenía de esta ciudad. Una ciudad que si no has visitado ya estás perdiendo tiempo en hacerlo.

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