miércoles, 13 de diciembre de 2023

La penúltima escapada del año: Granada

La tira de años que llevaba sin visitar Granada, una de las ciudades más hermosas de España, donde estudió mi hermano Gaspar y donde esperaba pasar unos días con Irene, que está enamorada del sur, pero cosas de la vida tuvo que trabajar, por lo que volví a viajar con mi madre, coronando un año de viajes con ella impensable y para mi inolvidable.

Madrugamos muy mucho el día 6, nuestro cercanías a Madrid y el tren en poco más de 3h30 en Granada. Con lo que a las 11h ya estábamos por la ciudad Nazarí y poco después de cañas, metiéndonos una Alhambra pa el cuerpo.


Por la tarde, tenía contratado un free tour, que nos acompañó por el casco antiguo, la catedral, Plaza Nueva y poco a poco subiendo por el Albaicin, hasta coronarlo con el Mirador de San Nicolás, toda una campeona mi madre llegando hasta lo más alto y obtener la recompensa de vislumbrar la Alhambra iluminada.

Son fotografías inolvidables, que nunca olvidaré...

Al día siguiente era el día de la Alhambra, llegando la cruz de todo esté viaje, tenía dos entradas sacadas desde hace mucho tiempo, pero resulta que las entradas son nominativas y como este viaje era para venirme con Irene no hubo forma que permitieran entrar a mi madre a la zona del Generalife y de la Alcazaba que daba acceso mi entrada.
Las reglas son las reglas y es cierto que es algo que pone en la web de venta de entradas, si bien después de verlo todo con mas calma, es una vergüenza el negocio que hay entorno al que posiblemente sea el monumento mas importante de España. Si buscas por internet, las primeras búsquedas son empresas de tours que te ofrecen una visita guiada, que al menos con la guía que me tocó de la empresa "mytoptour" dejó mucho que desear, a años luz del trato del día anterior de un producto FreeTour, ya desde el principio con su impuntualidad, sin tener el punto de encuentro claro y sin aportar soluciones a nuestro problema donde por ejemplo mi madre podría haber disfrutado de la visita guiada de toda la zona de libre acceso de la Alhambra de su Medina como el palacio real, la puerta del Vino, etcétera, pero nada..La pobre me tuvo que estar esperando fuera las dos horas y pico de la visita guiada.
Me costó un rato conectarme a la visita, pero en el momento que empiezas a cruzar los jardines del Generalife, te envuelve tal belleza que te embriagas completamente.


No recordaba algunos lugares como el icónico Palacio Real, con su forma circular.
Para acabar la visita subimos a la Alcazaba, donde observar todo el barrio del Albaicin y el Sacromonte, con sus casitas blancas en la ladera de la montaña, una verdadera gozada.


Ya con mi madre de vuelta, volví a pasar por aquellos lugares de libre acceso que se pueden visitar y nos dejamos caer por la puerta de la Justicia para llegar en un momentito a Plaza Nueva donde devoramos un arroz en unos de sus muchos restaurantes.



El viernes viví una experiencia increíble, mi primera visita a unos baños árabes, conocidos como Hammam. Un lugar totalmente de ensueño, donde se detiene el tiempo y disfrutas del agua de sus bañeras y un masaje relajante con aceites de aromas, que me dejaron como nuevo y que mi madre no dejaba de repetir "Ay nene que hayais tenido que esperar a que tenga 83 años para llevarme a un sitio de estos.."



Ya por la noche, últimos paseos por un lado y otro del casco antiguo, que hermosas son las ciudades en Navidad..Ultimas tapas de noche y nos dejamos un poco de hueco para probar los famosos Piononos, el pastel característico de Granada.
El sábado solo teníamos la mañana para terminar nuestra estancia por aquí,y que mejor lugar que recorrer el paseo de los Tristes, su nombre engaña, porque el paseo por la ribera del río Darro, a los pies de la Alhambra fue sin duda el colofón ideal a un viaje maravilloso con la Lola, por tierras granaínas.


Granada, espero no volver a tardar tanto tiempo en volverte a ver...

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