jueves, 15 de mayo de 2014

Hace doce años …



Recuerdo muy bien ese año, 2002, fue año muy difícil en muchos aspectos, pase uno de los momentos más tristes de mi vida, al despedirme de una de las personas que más había marcado mis 18 añitos que tenía por entonces. Tardé mucho tiempo en superarlo, porque con la edad que tenía, en segundo de bachillerato a unos meses de realizar la selectividad todo parecía ponerse en mi contra.
 
Pocos meses después una compañera de clase, decidió dar un giro un increíble en su vida y también se alejó de nosotros y todo junto hacía que viviera una época de demasiado inestabilidad que me hacía dudar de todo en la vida.

Fue entonces, cuando con el de objetivo alcanzar la nota que quería para comenzar mis estudios, me metía en mi burbuja y salía solo de ella para evadirme con un sentimiento que la mayoría no entenderán pero que marcaba más que nunca en esa época mi estado de ánimo, era mi sentimiento madridista.

Estábamos viviendo años dulces, habíamos vivido dos Champions en poco tiempo y allí estábamos otra vez en otra final más, esa temporada Del Bosque también quitó de la titularidad a Casillas, pero en ese último partido contra el Bayer Leverkusen, tras el gol de los goles de Zidane, Casillas saltó al campo por la lesión de su compañero y nació la leyenda del santo. Ese hecho, cambió más que nunca mi estado de ánimo ese año, era un 15 de Mayo de 2002. Después de festejar la novena, en al año más triste de mi vida, la tendencia cambió y se sucedieron una serie de buenas noticias, como la nota de selectividad o el nacimiento de mi sobrina Ainhoa.


Doce años han pasado desde entonces, doce años en los que la vida me ha tratado muy bien, donde la familia no ha dejado de crecer, años en los que hemos disfrutado con los éxitos de España, pero en los que el Madrid en su competición, no ha hecho más que coleccionar fracasos, construyendo a base de talonario una y otra vez un equipo para ganar la décima, pero sin llegar nunca a jugar una final mas.

Ahora, tras doce años, el Madrid puede volver a ganar una Copa de Europa, y el destino ha querido que la final sea frente al Atlético de Madrid, la primera final de la historia de dos equipos de la misma ciudad,  un equipo el colchonero, que por la temporada que lleva y por el presupuesto que tiene puede conseguir uno de los hitos más increíbles de la historia del fútbol. 

Yo quiero la décima, por qué lo siento, vivo unos colores, me emociono cuando escucho a Plácido Domingo cantar el himno, cuando veo el gol de Zidane, el del Pedja, el aguanis de Raúl, porque creo que ya ha llegado el momento. Si ganamos estaré feliz y si no, me sentiré igual de madridista que siempre y felicitaré a aquellas personas que vivan el éxtasis de la felicidad a costa de nuestra pena, porque si algo me ha enseñado la vida, es que el deporte, es una vía de escape increíble donde las alegrías de unos conllevan las lágrimas de otros. Vivamos este momento histórico con rivalidad pero con respecto, enseñemos al mundo todo lo bueno que Madrid tiene y que gane el mejor.

#Respect #RoadtoLisbon

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