miércoles, 12 de octubre de 2016

La Ciudad de los Recuerdos Perdidos



Querido Diario:

He estado varias semanas desconectado del mundo, no sé cómo ni qué manera llegué a un extraño lugar donde todo parecía oscuro y frío.  Por sus calles… la gente lanzaba sollozos, gritaban desconsolados, se culpaban una y otra vez por aquellas cosas que habían hecho mal. 


La Ciudad de los Recuerdos Perdidos la llamaban, porque allí iban a parar todos aquellos sueños, momentos, experiencias, que ya nunca se volverían a repetir o que incluso nunca llegarías a vivir…

Cada uno tenía una pena dentro, que no les dejaba ser quienes eran y llegaban perdidos a las calles de esta ciudad, donde ahora estaba yo. Y así perdido, sin saber qué hacer, pasaban los días y seguías viendo muchas de las mismas caras, arrastrándose de la misma manera, otras habían desaparecido y cada día venían muchas caras nuevas. 

Una mañana comencé a interesarme por escuchar a esa gente, algunos lo habían perdido todo, enfermedades, pérdidas de seres importantes, duelos, corazones rotos, problemas con la familia, las drogas, el trabajo, el dinero, la autoestima, la soledad, …
  
Desde ese momento, me empecé a sentir mejor, escuchando, había aprendido también a entender a esa voz interior que nos habla y que muchas veces nos conduce al lugar equivocado. Así poco a poco la Ciudad de los Recuerdos Perdidos, empezó a llenarse de luz y lo que para muchos seguían siendo calles llenas de oscuridad, para mí era una fuente de agua, de vida, de oportunidades.

Y así encontré el cartel de salida de la ciudad y el camino de vuelta a casa…


En este viaje he aprendido que las cosas ocurren por una razón y ante cualquier adversidad tienes que anteponerte y mirar hacia adelante, porque siempre hay un motivo para seguir y solo tienes que tener paciencia y estar atento para escuchar, que no importa las piedras que te encuentres por el camino, sino tener valor para seguir quitándolas del medio y avanzar, por un camino que muy posiblemente no fuera el que tenías pensado avanzar, pero por el que tienes miles de cosas por descubrir.

En mi estancia allí no pude hacer ninguna foto de la ciudad, no había ni monumentos, ni grandes paisajes, pero me hubiese gustado que vieras en imágenes la transformación de cómo incluso tras la noche de mayor oscuridad, llega la luz de un nuevo amanecer.



Seguiré visitando la Ciudad de los Recuerdos Perdidos de vez en cuando, siempre habrá alguien esperando a que le des la mano para ver su luz entre la oscuridad.

1 comentario:

  1. Quienes una vez u otra ocasión hemos estado en esa ciudad, sabemos lo fácil que es entrar y lo difícil. Pero más tarde o más temprano hay que salir de allí, ya que podemos correr el riesgo de perdernos entre esas calles de recuerdos, a la que aferrados seguidos a ellos, aunque sean ellos mismos, los que llevaron a esa oscuridad.
    Me alegra que encontraras esa luz y esa salida, que en ocasiones es tan complicada de encontrar...
    Aunque nos duela, sabemos que volveremos directa o indirectamente, a pasear en alguna ocasión por esta triste ciudad, pero conociendo la salida lo tendremos más fácil su visita.

    Siempre adelante amigo viajero.

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