domingo, 18 de septiembre de 2022

Ultima parada del verano: Nápoles y sus alrededores

 


Hace unos meses vi una película italiana que estuvo nominada a los últimos Oscars, "Fue la mano de Dios", la película estaba rodada en Nápoles y me dije joer tengo que ir allí, porque me llamó la atención algunos de los sitios que salían.

Así que aprovechando estos últimos días del verano, me vine para Italia para conocer la capital napolitana, Capri,  el Vesubio y la costa Amalfitana.
Comencemos hablando de Nápoles,  ciudad con mala fama,  que si robos,  la camorra, ... no puedo hablar de lo que no sé o no he visto,  no me parece más insegura que otras ciudades grandes,  lo que si tengo muy claro que es una ciudad en gran decadencia, en la que para ver cosas bonitas tienes que ver muchas otras que no lo son tanto..
 

Sus aspectos negativos, el caos del tráfico, mucho coche,  las motos en cualquier dirección ya sea prohibida o no, incluso aceras,  constantes bocinazos,  cruzar una calle era un peligro siempre,  incluso en paso de peatones, solo había visto algo así en ciudades como El Cairo o en la India, no me esperaba nada así en una ciudad europea.
 
La suciedad en las calles, basuras apiladas de días tras días, la oscuridad de muchas zonas, edificios viejisimos donde gran parte de la sociedad malviven, hay que verlo para creerlo.
Pero como es posible, entonces que la gente visite Nápoles, pues simplemente porque entre todo lo malo existen lugares peculiares que merecen ser visitados y aparece el nombre de una figura que cambiaria la ciudad de Nápoles para siempre Diego Armando Maradona, cuando viajas a Nápoles, descubres que fue el quien abrió la ciudad al mundo, la dio a conocer y por eso hay gran parte del turismo que visita la ciudad cada día. Otro factor importantísimo en Napoles a lo largo de la historia es su puerto, donde llegan cruceros todos los días.

Pero vale, que si Maradona, que si el puerto, vas a contar algo bonito que has visto??
Por supuesto, empecemos.
La Galeria de Umberto, una zona preciosa muy parecida a la de Milán.
 

 
La plaza del Plebiscito, es magnífica,  con el Palacio Real justo enfrente. 
 

 
La Catedral, es preciosa, lástima que no se luzca nada por fuera,  al estar encajonada entre edificios pero por dentro es fascinante. 
 

Correr por el bosque de Capodimonte, único lugar en que encontré la paz para poder entrenar.
Pasear por la Via Tribunale o SpaccaNapolli es precioso,  calles estrechitas, tiendas, pizzerías, y una cantidad increíble de Iglesias preciosas, el problema es que las motos no dejan pasar constantemente a pesar de ser calles supuestamente peatonales.
 

 
El barrio español bien merece una visita por lo pintoresco del lugar y muchas de las calles son muy comerciales, estrechas y en cuesta, llenas de vida, parece el zoco de una ciudad árabe, otras calles en cambio te animan a darte la vuelta. Imprescindible visitar el mural de Maradona.
 
 
Y la calle Toledo,  que separa una parte de la ciudad con otra, la calle donde se encuentran todas aquellas tiendas que por un momento te hacen creer que puedes estar en cualquier lugar del mundo,  mismas marcas,  misma ropa, mismo todo..la globalización
Otra zona muy bonita es pasear por  el castillo del ovo y el paseo marítimo de Nápoles,  allí los edificios,  en su mayoría hoteles están mucho mejor cuidados, un contraste brutal en apenas metros de diferencia.
 
También me dio tiempo a conocer el Napoles subterráneo, utilizado en tiempos romanos con acueductos y cisternas de agua,  se convirtió en el mejor escondite para los napolitanos durante la segunda guerra mundial.
Dejo para el final, una de las cosas que me han gustado el castillo de San Telmo,  una espectacular fortaleza situada en la parte más alta de la ciudad desde la que puedes ver las mejores vistas de la ciudad, toda una maravilla mirara por el lado que mirara. 
 
 
Por cierto, comer en Nápoles,  es barato, y las pizzas o pasta esta  riquisimos, di con un restaurante cerca de mi hotel  donde el final fui varios días y probé varios platos y postres. Una cerveza de 66ml (Peroni) 4€ y una pizza de buen tamaño solo 6€.
 

Capri
La primera visita que hice fue Capri,  la isla me enamoró totalmente, un cuento de hadas,  llegué en Ferry desde el puerto de Nápoles y en la isla cogí otra excursión para recorrer la isla, ver los farollones, las grutas, aunque a la gruta azul había 3h de cola y decidi no entrar,  me bañé en un playita, y desde el puerto subí a la capital, para recorrer sus calles,  llenas de tiendas, algunas de aire pijito. 
 
 
 
Una visita totalmente recomendable. 
 



 
 
Las vistas comiendo inmejorables y luego vi una cola grande en una heladería y me dije tienen que estar buenos de pelotas y si que lo estaba si.
 

 
Vesubio y Pompeya
Otro día, visite la zona de las ruinas de Pompeya, devastadas por las coladas del volcán del Vesubio. Volcán aún activo pero que lleva muchos años sin ninguna erupción. 
 

 
Subí hasta el cráter en una excursión que saque en la misma estación de pompeya y que te llevaban en bus hasta cerca de la cima,  donde empezaba una dura subida al impresionante cráter que podías bordear en su mayor parte.
Costa Amalfitana
Uno de los motivos de elegir este viaje era conocer los pueblos costeros conocidos como la costa Amalfitana,  desde Sorrento,  Positano, Amalfi, Atrani..había visto unas imágenes increíbles y tenía reservada una bici en Sorrento, comunicada en tren con Napoles en 1h aproximadamente. Con la bici, durante todo el día iría de un lado a otro.
Sin embargo, la noche anterior al dia que iba a ir, llovió de manera torrencial y las previsiones del tiempo no eran muy halagüeñas, así que decidí escribir a los de las bicis para decir que no la alquilarla, buscando una alternativa a la bici, moverme en un bus, que tenía tarifa de 1 día y podía bajarme subirme donde quisiera.
 
Al final ni una cosa ni otra, llegó a la estación de Nápoles y resulta que están de huelga y no había trenes a Sorrento,  así que tras pensar en alternativas decido hacer ese día en Napoles lo que tenía previsto hacer el ultimo día y ya el ultimo día antes de coger el avión que era por la tarde conocer al menos Sorrento.
Por cierto en las cosas negativas de la ciudad no hablé del transporte público, viejo,  sucio,  impuntual, cuanto valoro lo que tenemos en España y sobre todo en Madrid cuando salgo fuera...
Bueno, el caso que llegó a Sorrento y la visita mereció la pena,  es una localidad muy turística,  con grandes hoteles,  calles comerciales, no al nivel de Capri,  pero bonito. Entre la información que leí por internet antes de venir vi que había una calita algo retirada pero que se podía ir andando y alli me pegue mi ultimo baño del verano en un enclave único en lo que parecían unas antiguas ruinas romanas. Bagni Regina Giovanna, se llamaba el lugar.
 


 
Y esto fue mi ultimo coletazo del verano,  ahora si que si vuelta a la rutina y a intentar preparar el maraton de Valencia de la mejor forma posible.

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