sábado, 6 de julio de 2013

Los sueños se pueden hacer realidad



Era Marzo de 2010, me acababa de cambiar de curro, tenía 26 años, estaba estrenando coche nuevo, tenía estabilidad sentimental y de nuevo me lesioné de gravedad, otra vez tenía que convivir con una escayola en mí brazo izquierdo para una larga temporada, fue entonces, cuando se dieron las circunstancias para comenzar a mirar cual quería que fuese mi casa.

No tardé mucho en decidirme, quería una casa con una gran terraza y entre las promociones que estaban en Azuqueca, vi todos los bajos y áticos, pedí consejo a los míos, hice números y dije adelante, quiero está casa.

Las obras se retrasaron mucho, más de un año, pero como la promotora no nos pidió dinero hasta que no empezaran, ese tiempo me sirvió para ahorrar, para que la ilusión creciera, para ir un día y ver toda la parcela vallada, ir otro y ver cómo estban allanando el terreno y recuerdo el día que vi como empezaban a hacer el agujero.

Desde entonces han sido muchos los paseos, intentos de colocarme, mediciones desde la calle, muchos sueños, muchas fotos de esa esquinita que cada día que iba la veía más como me imaginaba. Las cosas han cambiado en mi vida, pero esta ilusión sigue intacta, porque ves como algo por lo que has luchado durante mucho tiempo, algo que te ha dado fuerzas en esos días que estaba un poco más de bajón, está cada vez un poco más cerca.
 






La primera vez que pude entrar en la casa, lo recuerdo como uno de los días más felices de los últimos tiempos, era increíble sentir que estaba dentro, que estaba pisando mi casa y desde entonces me he dejado caer periódicamente, viendo como pintan, como ponen las puertas, los armarios, la tarima, los rodapiés, cada día era algo nuevo, cada vez el sueño estaba más cerca.



Ahora las obras ya han acabado, he conseguido que el banco me de unas condiciones excelentes de hipoteca para los tiempos que corren y más comprando solo. Lo que me provoca sentirme orgulloso, de lo que soy, de lo que tengo, de que los esfuerzos tienen recompensa.







Sólo me queda esperar a que los últimos trámites se lleven a cabo y por fin podré ver cumplido un sueño, porque los sueños se pueden hacer realidad.

1 comentario: