martes, 1 de abril de 2014

Un fin de semana diferente en Segovia



Había ido muchas veces a Segovia, algunas veces de turismo para ver el acueducto, las calles hacía la Plaza Mayor, la catedral, el Alcázar. Otros días habíamos ido a comer el típico cochinillo. En otras ocasiones solo de pasada tras visitar otros lugares como La Granja, pero nunca hasta ahora había corrido por sus calles.

Este año el viaje de Atletismo nos trajo hasta aquí, tras risas, comilonas, tapeo y mucho buenos momentos, llegó la hora de la carrera.

Un ambiente fabuloso rodeaba el acueducto con 3000 atletas, bandas de música, militares, paracas y mucha gente volcada en la carrera.

El recorrido fue increíble, muy duro si, pero realmente único, pasando por todos los puntos turísticos de la ciudad, me encantó a mitad de la prueba y tras una cuesta de órdago pasas por el acueducto, con cientos de personas animando, o el paso por el Alcázar, ese trocito de arena de playa junto al río, las vistas que tienes de la ciudad desde el parque que cruzas por completo, ese giro de 270º grados en donde pasas por encima de un puente que acabas de sortear por abajo, la lluvia y en especial la gente, solo superado en mi experiencia en la Behobía, pero comparable.

Los últimos metros, llegando de nuevo al acueducto, son un final difícilmente mejorable.

Grandes momentos y sensaciones en las que he vuelto a sentir que el corredor popular a pesar del sufrimiento se siente importante.

2 comentarios:

  1. Y un carrerón que te marcaste Dave, sobre todo después de venir de ese parón.
    Nos vemos, un abrazo.

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  2. Ese senior, arriba, arriba...
    El año que viene repetimos en "la Behobia de Castilla"

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